sábado, 24 de marzo de 2012

Retahílas como Estrategia

(De mi obra, publicada por la Editorial CCS, "Retahílas y cuentos para lo smás pequeños")

No voy a extenderme en teorías de ningún tipo pero sí  recordar, apelar a las grandes motivaciones  y competencias que se pueden derivar de una simple ratahíla. Es ritmo, musicalidad, juego, diversión, memorización, etc. ingredientes que tan necesarios son de cara a una escuela creativa y lúdica. Un ejemplo creo que bastará de retahíla y posible juego.
¡Qué importante y bella misión la de un maestro/a!


RETAHÍLA Nº 3


CUCUFATO GARABATO

_______________________________________________________


Un garabato hice en el papel

le puse ojos, le puse manos, le puse pies.

Y el muy tuno cogió mi zapato

y de un salto echó a correr.

¿Dónde vas, Cucufato Garabato,

dónde vas con mi zapato?

 
Voy en busca de Teresa

Para darle una sorpresa

Para hacerle una promesa.

 
Cucufato Garabato,

¿dónde vas con mi zapato?

¿Y quién es Teresa?

¿Y qué es una sorpresa?

¿Y qué es una promesa?

¿Y qué es una cereza?

¿Y qué una silla o una mesa?

 
¡Cateto! ¡Ignorante!

De castigo, ponte de rodillas y reza

 
No me quieres contestar,

Cucufato Garabato,

Yo te pinté con cara y manos

Yo te pinté sin zapato.

¡Vale, vale! Es tan sólo por un rato

Que voy buscando al señor gato

Que me quiero retratar

Con bigote de verdad.

 
¡No me importa, no me importa!,

Cucufato Garabato

De-vuél-ve-me-mi-za-pa-to.

¡Allá va, niño mentecato!

Allá va tu querido zapato.

 


JUEGO NÚMERO TRES
__________________________________________________

(Se forman dos grupos)


El grupo uno, que será el mas numeroso, puede permanecer sentado o colocarse de pie en un lado del aula. Cada alumno tendrá en la mano uno de sus zapatos.


El grupo dos, que representa a Cucufato Garabato, está como ausente en otro rincón

Grupo uno  (Gesticulando con cada palabra)


- Un garabato hice en un papel


- le puse ojos, le puse manos, le puse pies.


- Y el muy tuno me quitó un zapato.


- y de un salto echó a correr.

(Entra Cucufato corriendo y le quita el zapato al primero que encuentra)

Grupo uno: (Haciendo lo mejor posible la entonación interrogativa)


- ¿Dónde vas, Cucufato Garabato?,


- ¿Dónde vas con mi zapato?

(Cucufato: (Dando saltos rítmicos)


- Voy en busca de Teresa


- Para darle una sorpresa


- Para hacerle una promesa.
Grupo uno: (Repiten voceando)
- Cucufato Garabato,


- ¿dónde vas con mi zapato?


- ¿Y quién es Teresa?


- ¿Y qué es una sorpresa?


- ¿Y qué es una promesa?


- ¿Y qué es una cereza?


- ¿Y qué una silla o una mesa?

Cucufato: (Sin dejar de dar saltitos)
- No sabes nada, chiquillo,


- mi amiga es Teresa,


- mi regalo, una sopresa,


- mi palabrita, una promesa,


- mi fruta preferida, una cereza,


- ¡Anda y de penitencia, una salve, reza!

Grupo uno. (Enfadados)
- No me quieres contestar,


- Cucufato Garabato,


- Yo te pinté con cara y manos


- Yo te pinté sin zapato.
Cucufato: (Sin dejar de dar saltitos)


- ¡Vale, vale! Es tan sólo por un rato


- Que voy buscando al señor gato


- Que me quiero retratar


- Con bigote de verdad.

Grupo uno: (Cada vez más enfadados)


- ¡No me importa, no me importa tu retrato


- Cucufato Garabato


- De-vuel-ve-me-mi-za-pa-to.

Cucufato: (Arrojando el zapato)


- ¡Allá va, niño mentecato!


- Allá va tu querido zapato.


- Que yo sólo soy un garabato


- con bigotes de gato


- que ya se va con su retrato.















jueves, 22 de marzo de 2012

Difícil Adolescencia

Así expresó un adolescentes su relación conmigo, su maestra.

DIARIO CÓRDOBA/ EDUCACIÓN
21/3/2012

No hay día que conductas de jóvenes y adolescentes salgan a la luz como noticia de primera en los medios de comunicación. Y es cierto que hay casos que nos dejan tan descolocados como para expresar la visión más pesimista acerca de edades que, si bien han sido siempre conflictivas, hoy día su contenido se ha elevado a potencias inimaginables.

Una vivencia en días pasados me estremeció y embargó de tristeza y reflexión. Madrid. Tren, Talgo. Por el pasillo veo avanzar a una chiquilla de unos quince años, arrastrando una pesada maleta.

Detrás de ella, la madre. Su asiento, justo a mi lado. La chavalilla exclama: ¡Cuánto pesa esta maleta! ¿Qué hago cuando llegue? ¿Me estarán esperando?

Sin detenerse ni un solo instante, la madre, como una exhalación, desciende del tren exclamando: ¡Arréglatelas como puedas! ¿No dices que ya eres mayor?

Y aquella muchacha, cayendo encima de mí, se arrojó a la ventanilla medio gritando: ¡Mamá, mamá! Pero mamá, que se perdía entre una multitud, ni tan siquiera volvió la cabeza.

Hasta aquí parte de la vivencia, pero mis reflexiones, que no cesan, son hoy tema que trataré de reducir al máximo. Con un esquematizado bagaje, rescoldo de fantasías y escozor de intuiciones fantasmagóricas acerca del mundo de los adultos, llega el niño a la adolescencia en una especie de explosiva y desesperada búsqueda de identidad.

Y vuelve a situarse en el centro del universo, pero no ya como un ser improductivo al que alimentar, sino como un osado rebelde, un ser extraño que se aísla, que se encierra en su capullo para realizar una importante metamorfosis.

No podemos anatematizar, ni condenar y mucho menos abandonar ese trance del que puede surgir una bella mariposa, porque su grito, ¡mamá!, es un SOS: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Volvamos la vista. Están ahí: esperan menos reproches y más repuestas.



















domingo, 18 de marzo de 2012

Llega la primavera

Así  ven los alumnos/as la primavera


Cada estación del año debe llegar también  a nuestras aulas, de forma que los alumnos/as sean conscientes del paso de la vida y sus manifestaciones. Cada una de ellas nos brinda un amplio abanico de sugerencias para motivar todo tipo de competencias.
De sobra sé que cada maestro/a sabe ya cómo sacarles partido. No obstante, por ai os guta, os invito a representar en el aula, este sencillo teatrillo-

PRIMAVERA

(De mi obra, "CHIQUITINES", (NARCEA S A DE EDICIONES).


INTERVIENEN:

PRIMAVERA (Puede estar representada por un solo niño/a o por un grupo) CORO (Formado por el resto de alumnos/as
.............................................................................................................

CORO: Ya viene la primavera / con alas de mariposa / con besos de enamorados / con azahares, con rosas...

(Aparece la primavera, vestida con muchas guirnaldas de flores y dando pequeños pasitos, declama)

PRIMAVERA: (En medio del escenario y con tono solmene) Ya estoy aquí / ya he llegado / por los campos, por el cielo por el mar / soy la primavera / ¡jugad, niños, cantad, bailad...! / soy la primavera / verde, blanca / luz, alegría / rosas, pájaros, azahar...

CORO: Ya está aquí la primavera / con sol largo y revoltoso / con jardines y paseos / ¡Ay qué tiempo tan gracioso!

PRIMAVERA: (Recitando) Daos la mano / y vamos a jugar / al corro de la rosa / al corro del clavel / al corro de mi abuela / de mi abuela Isabel

(Todos se dan la mano y forman un corro. La Primavera queda en el centro del corro)

CORO: (Música: jardinera tu que entraste en el jardín del amor)

Primavera, tú que vienes / con el jardín del amor / dinos pronto como debe /ser la más hermosa flor.

PRIMAVERA: (En medio del corro canta sola con la misma música)

Esa flor es una rosa / que se viste de color / del color que es más hermoso / y su nombre es amor.

CORO: (Igual música) Y el amor dónde se esconde / nos lo puedes explicar / que en el gran jardín del mundo / lo queremos colocar.

PRIMAVERA: (Sigue la música) Esa rosa tan hermosa / se guarda en el corazón / vamos a sacarla todos / y cantar así al amor.
(Todos los niños/as se sacan una flor que llevan escondida debajo de las camisas o camisetas)

CORO: Muchas gracias, primavera / por habernos enseñado / que la rosa del amor / la tenemos en la mano.

lunes, 12 de marzo de 2012

Enseñar a pensar

Tuve que cumplir muchos años para saber que podía pensar, elegir, opinar, etc.Hasta entonces los demás habían pensado por mí, pero un propósito me nació con fuerza imparable: Mis alumnos/as deberían, como primer mandamiento, aprender a pensar. Es decir: dejar de ser loritos para transformarse en personas.
Son varioas las obras que, con este propósito me han publicado. De una de ellas, resumo la siguiente propuesta:

PRIMERO: Lectura de un texto, más bien breve, que los induzca a pensar. Por ejemplo, el siguiente:

EL LOCO

Hacía frío ya. Los primeros aguaceros habían asentado el polvo de los jardines.

Todo el paseo era como una misteriosa y repentina caída del otoño.

Atrás quedaban  jugueteos de niños por caminos y fuentes. Atrás, los reposados silencios de los viejos. Atrás,  alegres y cómplices coqueteos de los enamorados.

El paseo era una sombra sin más perfiles que las copas peladas de los plataneros, sin más vida que la de aquel desarrapado y pobre "loco" que seguía paseando encogido como si siempre llevara frío, con la cabeza acurrucada entre los hombros y todo su pequeño cuerpo en un incontrolable tic que se adivinaba entre los pliegues de una vieja gabardina.


Día tras día, en todas las estaciones, recorría, de la mañana a la noche, el paseo, camino del río, y allí, justo en la orilla, entre álamos y cantos de pájaros, se quedaba eclipsado en interminables murmullos que nadie entendía y que más bien parecía como si hablara a la corriente.

La gente, con indiferencia, al verlo pasar, repetía: ¡Cualquier día no vuelve! Mejor para él.

Y él que lo entendía, pensaba: ¡Pobre gente ignorante! Mejor para ella.

Y yo, testigo, como en oración, repetía:

¡Pobre loco! ¡Ojalá que vuelva siempre! ¡Ojalá que no le dé por irse con la corriente en busca del mar! ¡Ojalá, cuando llegue la primavera, mis ojos puedan regresarlo de nuevo, como a las golondrinas, flores, mariposas, niños, ancianos… como a los enamorados.

¿Por qué extraña historia se habría vuelto loco, si es que de verdad lo estaba?

¿Acaso estaba cuerdo y nadie lo sabía?

Han pasado años, pero lo sigo viendo, como un bulto, como una sombra que se deslizara ausente de la realidad que éramos todos, que somos todos...
SEGUNDO:  Compartir reflexión
  • ¿Por qué  llamaremos  pobres locos a  seres humanos que andan sueltos, tragándose, a malas penas, las razones de su  aparente locura? 
  • • ¿Por qué en nuestros corazones no habrá lugar a tantos "dementes" que sanarían con amor? 
  • • ¿Por qué será?
  • ¿Por qué la gente diría, "mejor para él"
  •  Y por qué él pensaría: ¡Pobre gente ignorante! Mejor parea ella.
  • • ¿Por qué estaremos tan ciegos para nuestra locura y seremos tan videntes de la locura de los demás?
  • ¿Por qué al pobre “loco” aquel le daría por ir y venir al río? ¿Sería, acaso, el único camino que le dejara la vida?
  • ¿Por qué se me ocurrirría a mí hacer una oración? 
  • Etc. etc.

TERCERO: Concluir en textos de tres o cuatro renglones que resuman algo aprendido, tras comprender y reflexionar sobre esta historia.

Por ejemplo:
¡Pobre loco! Al menos, le abriré un surco en mi corazón.

 Esto es, como he dicho, tan solo un breve resumen.











martes, 6 de marzo de 2012

Nuevos Maestros

DIARIO CÓRDOBA/EDUCACIÓN
ISABEL AG ERA 07/03/2012

La calle, nuesva maestra 
"No es justo --decía un niño de nueve años a su madre-- que me castiguen por hablar en la clase. ¿Para qué tengo la lengua?" La madre, sin matices, que los había, respondió: "Te castigan porque en clase hay que estar callados y escuchar al maestro".

Televisión, Internet, calle, móviles, sociedad, etc. son, hoy por hoy, nuevos maestros, tan convincentes e influyentes que sus razones, enseñanzas y dominios son altavoces que vociferan en oídos cada vez más tempranos, valores nuevos y, por supuesto, contravalores, siendo unos y otros protagonistas de primera en el escenario de nuestros niños y jóvenes, que no son ni mejores ni peores que los de antes, sino distintos.

Y es normal que los padres, y gran parte de maestros, la mayoría de las veces, asistan, sin entender nada, a la compleja problemática que a diario los enfrenta con los hijos, con los alumnos. En realidad, todos estos aspectos vienen a tener un común denominador: nuestros hijos, generacionalmente, no nos pertenecen. Ellos, si bien están echando sus raíces en este tiempo, sus ramas, sus frutos, están abocados a otro día.

Es por eso que se impone un constante y distendido diálogo, el cual habría que promover desde la infancia. Si esta etapa se nos va de las manos, difícil será la correcta comunicación imprescindible para entendernos. Son demasiadas las veces que los hijos, los alumnos, bien por falta de preparación, bien por exceso de trabajo, son los grandes desconocidos a los que juzgamos, anatematizamos como si con la superioridad que nos diera el ser mayores, nuestra voz fuera la única que debe ser escuchada y obedecida.

No olvidemos que la pedagogía de la calle, de los medios, etc. es mucho más atractiva y significativa que nuestros rancios sermoneos.




domingo, 4 de marzo de 2012

Cuento para los más pequeños

El fantasma que solo quería jugar


(De mi obra, "Cuento y Retahílas para los más pequeños")


Había una vez un fantasma que le gustaban mucho las bromas. Un día salió con ganas de divertirse, asustando a los niños.



Pero los niños corrían a sus casas y lo dejaban solo.
El fantasma lloraba y decía:  ¡Si yo lo que quiero es jugar! ¡Si los niños se asustan de mí y corren, cuando me ven!



Una niña que lo vio llorando se acercó y le preguntó:
-¿Por qué lloras, fantasma?
Y el fantasma le contestó:
-Porque quiero jugar, y los niños se asustan de mí y se van corriendo.
Y la niña le dijo:
-Yo puedo ser tu amiga y jugar contigo porque no te tengo miedo.
Y el fantasma y la niña se hicieron amigos y fueron felices.