miércoles, 18 de diciembre de 2013

Mi carta al mundo

Como siempre os digo, puede que ya conozcáis por facebbok el contenido de este enlace, pero lo repito por si alguienno entra enesa red.

Carta a la gente del mundo

jueves, 12 de diciembre de 2013

martes, 10 de diciembre de 2013

Mis reformas Educativas

DIARIO CÓDOBA/ EDUCACIÓN

Mis reformas educativas

 11/12/2013
Con bastante frecuencia mi Avenida se torna delirante maratón. La algarabía que conlleva el evento me saca inexorablemente a la terraza: miro y reflexiono. 
En estos días, los niños se enfrentan a las calificaciones del primer trimestre de curso, que bien pueden ser de aprobado para arriba o de suspenso para abajo. Y se repiten las escenas: familiares aplaudiendo, celebrando o, por el contrario, castigando y exigiendo. Desde mi punto de vista, no podemos olvidarnos ni padres, ni mucho menos profesorado en general, de algo primordial: el resultado del dichoso examen final no puede, ni debe, ser definitivo, ya que si hemos llevado a cabo una evaluación continua, no podemos tirar por la borda el supuesto esfuerzo y capacidad de cada uno de los alumnos a lo largo del trimestre. 
Mis reformas educativas, siempre soñadas, pasarían por una atención totalmente individualizada para evitar el éxito de unos a costa del fracaso de otros, o lo que es igual, premiar al primero de la carrera y olvidarnos del esfuerzo del pelotón. ¡Qué mal se entendió y que bien estaba lo de "progresa adecuadamente"! Sí, porque venía a decir que tantos los de la cabeza  como los de la cola  progresaban o no de acuerdo con sus facultades y esfuerzos. También dedicaría los dos primeros cursos, solo y casi exclusivamente, al Lenguaje: expresión oral, lectura comprensiva, expresión escrita -ortografía, resúmenes,  redacción, etc-. 
Me resulta una auténtica barbaridad cargar a niños de seis años con una mochila de textos cuando ni saben leer, ni comprender, ni nada d nada. Para todo, especialmente para las matemáticas, los alumnos precisan comprender y razonar lo que se les explica. ¿Qué problema puede resolver un alumno que no comprende lo que lee?
Por supuesto, haría flexibles los horarios: ¿Dónde 
va un alumno de tres años, con los ojos medio cerrados, desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde?  Total y radicalmente quitaría las dichosas tareas ya que, por un lado, son los padres los encargados de explicar, ayudar, etc. y, por otro, ¿cuándo juegan los niños? ¿Y el inglés?  ¡Qué mal lo pasan los padres sin saber una palabra y teniendo que ayudar a sus pequeños!¡
Uf, cuántas reformas hacen falta de verdad!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Navidad en el Cole



Belén de plastilina en el Centro Público 
Nuestra Señora de Linares.
(Córdoba)
Queridos compañeros/as: En mi obra Chiquitines, editada por Narcea, podéis encontrar infinidad de actividades, cuentos, poesías de todo y para todo.
Hoy, próximas las fiestas de Navidad en las que la mayoría del profesorado prepara junto a sus alumnos actos de cara  a ellos mismos y también a los padres, os transcribo de la mencionada obra, algunas cosillas que os puedan  dar, tal vez, ideas
Para los de Infantil y para recitar en pequeños grupos de tres o cuatro niños/as ante el Belén.
Grupo 1º
El Niño Jesús
se quiere dormir
pero un angelito
le hace reír. 
Grupo 2º
La Virgen le dice:
no te rías más
que es ya muy tarde
y hay que madrugar.
Grupo 3º
Toma Niño mi pizarra
y también mi pizarrín
y dibuja las estrellas
la rosa y el jazmín.
Grupo 4º
Toma Niño, mi pizarra
y también mi pizarrín
y dibuja garabatos
que nos hagan reír.

Para los de primero, segundo o tercero. En grupos o entre dos niños/as
Grupo 1º
Yo soy del Barsa, pequeño  Jesús
          y mi hermano del Madrid
¿de cuál eres tú, Niño chiquitín?
     Te traigo mi equipo rojo y azul
 ¿a qué te gusta mucho,  Niño Jesús
Grupo 2º
¡Toma, Niño,  mi balón!
  ¡y chuta fuerte a la portería
que yo soy el portero
y ¡ni un gol me colarías!
Grupo 3º
El Madrid es una patata
 el Madrid es un melón
y si nos oye mi hermano
nos da una patada
 y nos manda al Japón.      
Todos
Si quieres jugar, Niño guapo,
           de balón, te presto mi corazón
y da igual que seas del Barsa o del Madrid
que vistas camisera blanca, roja o azul
solo queremos cantarte, Niño Jesús.
(Cantan un Villancico)
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Y un teatrillo para terminar
NIÑOS/AS ANTE EL PORTAL  
(Varios niños/as de la mano ante el Portal de Belén)                 
TODOS: Buenas tardes, Niño Dios / contigo queremos hablar /  para pedirte por favor / que hables tu con nuestras  profes y mamás.
NIÑO 1:Dice mi seño y mi madre   que a veces soy malo porque al cole no quiero ir /  y es que tengo tanto sueño /que los ojos no puedo abrir.
NIÑO 2: Pues las mías dicen que les contesto mal / pero es que ellas da tantas voces / que sin querer yo grito igual.
NIÑO 3: ¡Ay, querido Niño! Me suspenden, me regañan… ¡Si yo no me entero de nada /  pero es que dicen cosas que  no entiendo ni palabra.
TODOS: ¿Y qué nos dices tú? ¡Anda, se nos olvidaba que eres muy pequeñito para hablar! ¡Bueno! Ya lo sabes, Niño Dios. Ahora nos vamos a celebrar tu nacimiento, la Navidad y para despedirnos un villancico te vamos a cantar.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Carta de la Constitución a niños y niñas


¡Viva la Constitución!

Hola, queridos niños y niñas! Soy la Constitución Española de 1978! ¡Jajaja! ¡Vaya carita que se os ha quedado! Lo siento pero hoy es mi cumple y quiero escribiros esta carta para que  sepáis  de mí. 
¡Vale, vale, ya sé que  puedo pareceros un rollo de mucho cuidado y sé que de mala gana habéis atendido a las explicaciones que os han dado en el cole, en el instituto y tal vez en vuestras casas!
 Pero ya soy mayorcita y quiero ser yo misma la que me presente a vosotros. ¡Ea, pues aquí estoy! Es mi cumple porque yo también tuve un día de nacimiento, el 6 de diciembre de 1978 y, por cierto aquel acontecimiento de mi entrada en la vida española estuvo rodeado de  ¡siete padres!, hombres muy importantes que, tras tiempo de  discutir, pensar y concluir, consiguieron darme la vida con autorización del gran pueblo español y empezando  nada menos que por vuestro rey, Juan Carlos. Por eso, aunque me llamen Carta Magna, carta grande, yo nací  tan bebé como vosotros.
¡Ah, se me olvidaba por si os equivocáis en los años! ¡Cumplo  35 abriles? ¿Qué os parece? ¿Que voy para viejecita? ¡Ni que lo soñéis! Me queda mucho que hacer por todos, pero quiero seguir recordando aquel día primero de mi nacimiento. Veréis yo no soy de carne y hueso como vosotros sino de papel y eso no es ni bueno ni malo, sino distinto. En mí se puede leer y escribir por los siglos de los siglos sin más problema que el de todos: que mis hojas, con los muchos años, se pongan algo chungas, amarilleen y esas cosas, pero seguiré siempre ahí, en la historia de este país. 
Mi nacimiento fue debido a que tras la muerte de Franco -seguro que algo os han contado de él- España empezó a estar revuelta porque la gente pedía libertad, igualdad, participación, etc. Y, claro, los  que por entonces mandaban en España, dijeron: Esto no puede seguir así. Tenemos que  hacer algo para que todos los españoles estén contentos y vivan en paz. Ese algo fui yo que ya tenía seis  hermanas fallecidas. ¡Qué día aquel más importante! Sí, porque mis primera  vestidura, que me duran los años que tengo, no fue  otra que la bandera de España, y las letras que en mi hojas se escribieron hablan  de los derechos y deberes que tenéis todos. Así que mi nacimiento fue tan importante que  hoy es fiestas para todos los españoles, no hay cole, ni comercio ni nada: solo celebrar mi día, y yo sigo feliz queriendo que se cumpla todo lo que en mí se escribió, aunque se pueda acordar cambiar algo porque nada permanece igual eternamente.
Y ya me despido. Quiero oíros cantar  a todos aquello de cumpleaños feliz y que lo cantéis  muy fuerte porque puede que me empiece a flaquera el oído. ¡Adiós amiguitos, que lo paséis muy bien este día  y que me leáis que todo, todito lo que hay escrito os interesa!  

jueves, 28 de noviembre de 2013

martes, 26 de noviembre de 2013

Derechos de la Infancia

Diario Córdoba/Educación
27/11/2013

El pasado día veinte se celebró el Día Internacional de la Infancia, fecha que por cierto, si bien algo se habló del tema, prácticamente pasó desapercibida por lo noticiable y popular del momento, altavoz siempre de los Medios.
Pero yo hoy, convencida de que mis palabras no van mucho más allá de mi ordenador, vuelvo al tema porque me duelen los niños, me duele su educación y me duelen mucho sus necesidades y problemas.
Precisamente, y hablando de necesidades, que son auténticos derechos, toda la vida he reivindicado para ellos, como mínimo, el mismo confort que tenemos o deseamos para los adultos en el trabajo. Me comentaba el otro día un maestro el frío tan espantoso que hacía en su Centro y como los niños, con tan bajas temperaturas, ni tan siquiera podían sacar los libros de heladas que tenían las manos.
Recuerdo mis primeros años de maestra en pueblecitos donde, cuando llegaba al aula, en la puerta, niños y madres se aplicaban en encender un brasero por el que pasaban las manos ateridas de todos y, por supuesto, las mías. Resulta que después de tantos años y tantos logros alcanzados, se supone, mientras no hay delegación, lugar de trabajo público o privado dónde no se derroche la calefacción, nuestros niños siguen con las manos y los pies helados.
Nuestros niños y nuestros maestros que también imparten sus clases con toda devoción y soportando los rigores de nuestra Córdoba que de los cuarenta y tantos grados pasamos a los cero sin más medios en la mayoría de nuestras escuelas, para refrescarnos que los abanicos o para calentarnos que dar saltos, como se solía hacer en aquellos difíciles años de los braseros de picón.
Según la Constitución, cualquier decisión, ley, o política que pueda afectar a la infancia tiene que tener en cuenta qué es lo mejor para el niño. Y, claro, cuando una lee esto se queda boquiabierta porque, ¿lo mejor para los niños es asfixiarse o congelarse? ¡Ay, ay, qué mal andamos!

martes, 19 de noviembre de 2013

Carta a mi niña de color

 DÍIA INTERNACIONAL DEL NIÑO




HICE ESTE DIBUJO DE ARCOS DE COLORES
 PARA TI, MI PRECIOSA NIÑA


Como si  de repente me   hubieses nacido, tengo tu foto entre mis  manos que me tiemblan y me sobran para acunar tu cuerpo que más bien son pañales de recién nacida que me huelen a mimos perfumados y limpios. Al pie de la foto tres palabras que  sobrevolando cielos han aterrizado en  mi buzón: tu niña negra.
La historia de esta insólita “propiedad” fue el repente misionero de alguien lleno de amor por sus hermanos los hombres, y que en sus mejores años de joven, emprendió vuelos hacia el Tercer Mundo, cuna negra que espabila sueños en eternas noches de hambre.
Y allí, en un desvelo de mosquitos   y sudores, a la luz de una nada, perdida en el olvido de todos, mis cartas  arrulladas por la agobiante sinfonía de grillos y chicharras.
No merezco tal honor, pequeña, y, sin embargo, cuando supe que, puntualmente, mis pobres y, a veces, torpes palabras viajaban a esa mansión de fatigas y rigores, me gratificó tanto que,  aunque quisiera, no podría faltar a esa cita en la que mi nada   se hace presente  ahí, donde la soledad y la incomunicación, las más insufribles armas, son una palpitante realidad  de cada minuto.
¡Eres preciosa, mi pequeña niña! Te esperaba, desde aquel día que la” mamá-blanca “,  poniendo a prueba todos sus valores, te arrancó de un vientre exhausto para  abrir tus ojos a la vida.
No me canso de mirarte, porque no eres un sueño bonito en el que deleitarme  y pasar más tarde a la página del olvido. No, tú, pequeña Isabel negra, eres de carne y hueso, a la que cuanto más miro más puedo reconocer como mía, y no porque lleves mi nombre,  sino, porque, al tenerte entre mis manos, noto que me brota un manantial en los adentros que  me llena de fervores como si amaneciera en un día festivo.
 Que esa misionera que te puso mi nombre haga con este trozo de papel una pajarita que salte y se arrugue entre tus manos. Así  percibirás, jugando,  el cálido beso fuerte que te envío, posando mis labios en tu carita negra, mata de cabellos anillados.