Compra por catálogo
De siempre, he creído que para un
maestro/a, el ejercicio de su
profesión, cuando verdaderamente empieza, es cuando cada día finaliza su
trabajo en el aula. Pensar en la escuela
fuera de la escuela, en
definitiva. No he podido jamás
soportar el discurso que viene a decir que "una vez
terminada la jornada escolar, punto y final, y
si te vi ya no me acuerdo". En la sala de espera de los médicos, en
las paradas de semáforos dentro del coche, en las colas de las ventanillas, en
largos o cortos trayectos en el autobús, etc, han "nacido" mis
mejores ideas para la escuela. La escuela, los alumnos/as, las estrategias,
los métodos, las actividades, etc, deben ser casi obsesión para el verdadero maestro/a.
Y, en esta
línea, en la que yo me muevo y tan
buenos resultados me ha dado, os presento
esta lúdica y buena estrategia para el cálculo, en general y, como podréis
comprobar, para otras muchas y variadas actividades.
A diario, nuestros buzones
son auténticos depósitos de propaganda que se nos almacena y que, sin verla, sin considerarla para nada,
arrojamos al contenedor más próximo. Y resulta, que una de mis creativas
"manías" está basada precisamente en la recogida, estudio y
aplicación de cada papel publicitario que cae en mis manos, porque conllevan un
montón de sugerencias para trabajar en el aula. Y, entre los muchos
papeles de todo tipo, color y mensaje, los catálogos de los hipermercados, para
mí, son un material alucinante. Sirven, tanto para aplicar sencillos test, de
los que hablaré en su momento, como para globalizar todas las áreas de una
forma natural que paso a explicar a continuación:
En primer lugar hay que seleccionar la sección que nos interese. Por ejemplo, alimentos y, dentro de esta sección, la
página que creamos más oportuna para el
objetivo trazado.
Una vez dado este
primer paso, la fotocopiamos, reduciéndola a tamaño folio. Antes de repartirla,
y esto debe ser siempre obligado, tendremos que motivar a los alumnos/as
con unas breves pero ilusionantes
palabras de introducción y aclaración. Por ejemplo, sin que vean las hojas
fotocopiadas, podemos decirles: Hoy os traigo
preparada una sorpresa. Quiero comprobar cómo sois de prácticos y cómo sabríais
manejar el dinero, si ya fuerais amos/as de casa. Imaginaos que el sueldo, que
no es mucho, os tiene que llegar hasta finales de mes, y comer, hay que comer
todos los días. Os voy a repartir una fotocopia de alimentos: unos son muy
caros y otros más económicos, pero, claro, hay que comer de todo y, para ello,
vais a disponer de 30 Euros diarios,
contando con tres miembros en vuestra familia. A ver que tal gastáis. Hacer una
relación de alimentos, cantidad que compráis y precio de cada uno de ellos.
Pensad que no os podéis salir del presupuesto. Si sois capaces de ahorrar algo
y comprad bien, enhorabuena; sois excelentes administradores/as.
A continuación, se
les reparten las fotocopias y se les repite, o se les escribe en la pizarra con
letras destacadas Los "datos": Compra para tres
personas. Compra para un sólo día. Compra, como máximo, por valor de 35 Euros.
Los resultados pueden
ser de los más variopinto: desde quien se lo gasta todo en jamón, por ejemplo, o en chucherías de su gusto hasta quién compra cien
gramos de cada cosa. Por supuesto, la polémica está servida: habrá que ver quién se ha aproximado más y mejor a una
compra equilibrada.
Y desde el punto de
vista matemático, que es el que ahora nos ocupa, y dependiendo del nivel, se
podrán hacer todo tipo de operaciones y problemas:
-Precio de cuartos, medios, tres cuartos, etc.
-Cantidad aproximada que se debe consumir en un día de cada alimento y
su costo.
-Diferencia de precios entre los mismos productos. Por ejemplo, aceite
de oliva, aceite de girasol; pan normal o pan integral; verduras frescas,
verduras congeladas, etc.
Una maravilla que abarcaría todo el
curso y todas las Áreas y que, sin duda, sería la mejor forma de conocer, no sólo el
entorno próximo y remoto -el mundo entero debe ser considerado entorno-, sino
todos los pormenores que le acompañan, así como la problemática que conllevan.