miércoles, 27 de abril de 2011

Lectura en el mes del libro

 

 

Lectura en el mes del libro

ISABEL AG ÜERA (27/04/2011)

En el mes del libro, en fechas en las que la palabra lectura se escucha a todos los niveles, quiero, desde mi experiencia, hacer algunas consideraciones de cara a la motivación necesaria para inducir a los alumnos, a los hijos, a leer.

En primer lugar, hay que partir de una realidad que todos podemos constatar incluso con nuestros propios hijos. Hay niños que de forma totalmente autónoma leen cuanto caen en sus manos, pero hay otros muchos --casi la mayoría-- que precisan ser motivados para que se interesen por la lectura.

Y ahí empieza esa especie de maratón a la que los sometemos con imposiciones, imperativos, que para nada son válidos para fomentar hábitos lectores. De ahí que, de forma telegráfica, relate una serie de consideraciones que deberíamos tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a tan delicada y trascendente responsabilidad.

Todo maestro o padre que se interese por ayudar a sus alumnos, hijos, en la tarea de animarlos a leer, deben seguir, más o menos, las siguientes sugerencias. Leer con anticipación el libro que se les va a recomendar para su lectura, conociendo de antemano sus intereses y gustos. Para todas las edades, procurad que los libros estén capitulados. Es más fácil comprender, resumir, explicar un capítulo que un libro.

Muy importante, investigar si la mayoría del vocabulario que aparece en la lectura es conocido, en gran parte, por los alumnos destinatarios. Que en su contenido primen los diálogos sobre las descripciones. El texto debe tener un aspecto de sencillez y claridad de forma que al abrirlo el niño tenga la sensación de estar ante un despejado horizonte y no ante un lago de agua estancada. Las ilustraciones son un elemento, a veces, determinante en la lectura. Padres y maestros deben saber que no se trata tanto de leer muchos libros como de interiorizarlos y transcenderlos..

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