DIARIO CÓRDOBA/EDUCACIÓN
Ahí estoy, en mi colegio con mis hermanos y compañeras muy queridas.
Con motivo del centenario de la presencia de las franciscanas en Villa del
Río, mi pueblo, se han celebrado unas Jornadas de Puertas Abiertas en el que
fue mi colegio Divina pastora. Colegio querido, mansión adorada --cantábamos en
mis tiempos de niña--. Pues sí, en el fondo del alma guardo recuerdos vivos de
mis años en aquel colegio donde aprendí las primeras letras y donde, con
grandes dificultades, esbocé mis primeros bordados, hice mi Primera Comunión,
crecí y viví años de olor a incienso, canturreos de verbos, tablas, retahílas
que me adormecían. Años de palabras de nuestra querida superiora Sor Socorro,
que los sábados, y en reunión de todo el colegio nos aleccionaba sobre los
peligros del mundo, pecados y pecadores, así como el reparto de distintivos y
cuadros de honor.
Fueron tantos años y tantas vivencias que algo se me remueve
al recordarlos. Un día me esperaba en la puerta mi amiga Ana que sin reparos me
dio la noticia: "se llevan a Madre Cruz y no la veremos más". En
silencio, yo quería a Madre Cruz, aquella monjita de perennes chapetas que,
tras dos cursos, me ayudó a terminar el bordado de una odiosa bolsita de peines
que aún guardo y que conserva aquel halo de horas de costura, lecturas
piadosas, solfeos en clase de piano como música de fondo y aquella canción que
al compás de una chasca repetíamos dando vueltas al gran salón: al colegio que
ya es hora sin demora vamos pues…
Todavía, cuando me reúno con mis hermanos, y a
porfía, recordamos aquel repertorio de canciones, pero sobre todo evocamos
recuerdos entrañables de monjas, de días festivos, etc.
Pero de aquel colegio
en años de la posguerra queda muy poco o nada. Hoy, renovado, es un moderno y
gran colegio, tanto en edificio e instalaciones como en el excelente profesorado
que lo regenta. Por eso, mi enhorabuena a mi colegio porque, a pesar de los
años, de nuevo me veo allí para seguir cantando aquello de, "colegio
querido, yo siempre te llevo en el fondo del alma..
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