domingo, 28 de julio de 2013

Sencillo taller: Técnicas de estudio

Queridos compañeros/as: Repasando hoy una de mis obras publicadas, “Primeros Pasos en el Estudio”, me ha parecido interesante el reproducir en este blog algunas de las estrategias creativas que a mí me dieron excelentes resultados.
Sinceramente, siento pena, cuando mis nietos/as, literalmente, detectan el estudio. Al igual que ellos, imagino que la mayoría de los alumnos/as.
De ahí que me haya animado a estas páginas por si os pueden ser de utilidad de cara a facilitaros el trabajoso arte de enseñar. No las haré extensas pero sí procuraré que sean fluidas en el tiempo

Anécdota que me alertó:
Una alumna de ocho años me decía: Mi padre dice que no me sé las lecciones, porque, cuando me las toma, se me olvidan y me equivoco.
Yo, sin prestarle, aparentemente, mucha atención, y sin dejar de manipular unas cintas aislantes de colores, con las cuales preparaba una actividad de plásticas, le pregunté: ¿Te gusta lo que estoy haciendo? ¡Sí que es chulo! -exclamó- Yo también lo voy a hacer. Me gusta mucho. Pero, ¡si tú no sabes! –añadí- No sabía –contestó- pero ¡ya sí sé! Como te he visto a ti hacerlo… Como tengo cintas de esas...
Llegué, entonces, a la siguiente conclusión:

Los niños aprenden solos todo lo que ven, y máxime si se les motiva para ello y si cuentan con la base necesaria. Estudiemos, pues, ante ellos, junto a ellos, con ellos y partiendo de ellos y todas las técnicas sobrarán.
…………………………………………………

¿Por dónde empezar?
Por supuesto, por la base. Veamos. Organizador previo: Epítome.

El profesor tutor, y como criterio general, según principio significativo, para cualquier tipo de aprendizaje que el maestro/a se proponga emprender, deberá partir de los conocimientos previos de los alumnos, al fin de "edificar" desde una realidad asumida.
Todo aprendizaje escolar, pues, debe ser significativo en oposición a repetitivo, mecánico o carente de toda base, de cimientos válidos para comenzar una auténtica obra, como debe serlo el estudio, en este caso.
Y esto se reduce a establecer relaciones entre los conocimientos ya aprendidos y la nueva información que integre el Currículo correspondiente. Así, un aprendizaje será significativo en la medida que el nuevo material suministrado se relacione de manera clara, y no al azar, con todo aquello que el alumnado conoce pero, para que esto se produzca, tienen que establecerse varias condiciones:

• Que el contenido, proceso de aprendizaje, posea significatividad lógica y psicológica.

• Que los alumnos tengan -y se les posibilite- una actitud favorable para aprender significativamente, lo que equivale a decir que sean capaces de establecer las relaciones pertinentes entre lo ya aprendido y la nueva información.

• Metodológicamente supone que hay que empezar por conocer y partir de las representaciones y estructuras presentes en el alumno ante un aprendizaje concreto.

De ahí que sea imprescindible un Organizador Previo -sencilla evaluación previa- que nos ponga de relieve, de una forma sencilla, casi lúdica y natural, la realidad a la que nos vamos a enfrentar. De lo contrario, a  los alumnos de todos los tiempos, el estudio se les hace una cuesta arriba insoportable.

SI TE INTERESA, TOMA NOTA.
Para enseñar algo nuevo, hay que tomar como punto de partida, los conocimientos previos que los alumnos tengan sobre dicho tema, porque una cosa es memorizar y otra bien distinta aprender.

No se aprende a andar, exigiendo que un “bebé” se eche una carrera, sino que, si no sabe dar los primeros pasos, por ahí tendremos que empezar aunque el “bebé” tenga ochenta años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario