J. M. de Pereda, novelista español dice: La
experiencia no consiste en el número de cosas que se han vivido, sino en el
número de cosas que se han reflexionado.
Y sí, a lo largo de mi magisterio los
alumnos me ha llevado a reflexionar y aprender cosas importantes no solo para
entenderlos a ellos sino sobre todo para entender al ser humano y entenderme a
mí misma. Así fue como nació esta bonita obra editada por Desclée. Muy breves
y aleccionadores relatos como el
siguiente.
Mi pobre Manolo, siempre desaliñado y
ausente, en lugar de cartera, arrastraba siempre un viejo morralillo rebosante
de papeles. A pesar de mis muchas estrategias, Manolo estaba siempre
desmotivado. Pasaba el tiempo jugando con sus manos.
Un día después de Reyes, lo sorprendí
eclipsado en la suntuosa exposición de material que un compañero hacía ante los
demás y que incluía bocadillo, trompo y algunas pesetas.
Al día siguiente, preparé y le regalé una bonita cartera con materiales
para clase, incluyendo -¡cómo no!- bocadillo, trompo y unas pesetas. ¡Mira,
mira, Manolo, qué regalo han dejado los Re yes en mi casa para ti!
Abriendo mucho los ojos y sonriendo
exclamó: ¡qué guay!
Y empezó a trabajar.
Contenta, me dije:
Verdaderamente, el amor es la mejor estrategia, pero precisa
la atención la ternura propia
de una celosa madre que sabe en cada momento por qué “llora” su pequeño.
Alumnos delCentro Público Averíes de Córdoba, que no hace mucho me sorprendieron con un encuentro en el que no faltaron palabras, regalos, mucho cariño y grandes emociones.
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