COMPRENDER PARA APRENDER
Sabido es por todos como al empezar el curso y recibir alumnos nuevos damos por hecho que traen el bagaje de conocimientos que le corresponden. Y nos limitamos a llevar a cabo el programa de temas que corresponden, pero he aquí que tropezamos con una realidad que, al reconocerla, culpamos a los compañeros que nos han precedido. Y así suma y sigue, terminando, antes o después, en un rotundo fracaso.
Tendríamos que rotularnos en oro la siguiente obviedad: Antes que aprender, hay que comprender. Y es que ahí radica el gran problema del estudio y de la aversión que los alumnos, en general, muestran por los libros, las clases, etc.
En una ocasión, se reunieron en mi casa un grupo de alumnas de bachiller junto con mi hija. Tenían que resumir “El señor de las moscas” que se supone habían leído. ¡Qué pena sentí, cuando tuve ocasión de comprobar que ni idea de lo que habían leído. Se expresaban en estos términos: ¡No hay quién lo entienda! ¡Es un lío!, etc.
Sucedía que los profesores, sin salvar a ninguno, por lo que me contaron, jamás se habían preocupado de saber qué grado de comprensión lectora tenían fuesen del curso que fuesen.
De sobra sé cuánto hincapié se suele hacer en la lectura, pero casi siempre, nos preocupamos más de la lectura mecánica que de la comprensiva. Si un alumno no entiende una frase, como va a entender un párrafo, y si no entiende un párrafo como va a entender un capítulo.
De ahí que hoy me ocupe de este importante tema: la lectura comprensiva. Considero que el primer paso para estudiar deberá ser el dominio de la lectura comprensiva, así como la capacidad de síntesis y el dominio de la expresión oral y escrita, a la hora de la exposición de un tema.
Para tal fin expongo las técnicas de lectura más usuales en Primaria, desde mi punto de vista y desde mi práctica de muchos años, y que clasifico en:
a) Lecturas individuales en voz alta.
b) Lecturas colectivas en voz alta.
c) Lecturas a coros en voz alta.
d) Lecturas silenciosas.
e) Lecturas grupales
e) Lecturas compartidas y en las que se intercalarán lecturas en voz alta y lecturas silenciosas.
f) Lecturas de dibujos.
g) Lecturas de tiras de comic que recortaban de revistas o periódicos.
Etc.
Cada una de estas técnicas exige una exhaustiva preparación por parte del profesorado que debe tener en cuenta:
Que los textos sean breves.
Que se les avise, previamente, del tipo de lectura que vamos a hacer y se les facilite el texto.
Que sean lecturas amenas, con poemillas intercalados, con letra e interlineado que la faciliten.
Que se comente cada párrafo, cada capítulo, incluso cada frase.
Que se haga hincapié en guiones, interrogaciones, exclamaciones, etc.
Que tras cada lectura escriban una o dos frases que la resuman como norma para saber si han comprendido.
Un largo etcétera que cada profesor/a puede idear.
Recuerdo al respecto cómo de vez en cuando les proponía lectura de mimos, consistente en proporcionarles un texto teatral, de forma que entre dos o tres –a decidir por ellos- leyeran en silencio pero con gestos nos los comunicaran a los demás. Resultaba tan divertido que ellos mismos se los preparaban por iniciativa propia.
Ya sé que os estaréis preguntando que de dónde se saca tiempo para eso, pero creo que sí que hay respuesta: todo lo que deban hacer, desde Matemáticas a Música o deporte, deben saber y comprender para que lo estudian y para qué les puede servir. Dar conocimientos y más conocimientos sin base de compresión y utilidad es añadir a su desmotivación, un arsenal de impotencias que solo darán por resultado el recurrente fracaso.
Yo llamaría “terrorismo” el que alumnos que por primera vez se enfrentan con el Inglés, se les manden traducciones, y eso no es una anécdota sino una realidad que se da en algunas aulas de primaria.
Comprender el mundo, comprender al otro, comprendernos a nosotros mismos, exige un aprendizaje y ese aprendizaje lo tienen que adquirir en el aula, con prioridad
Totalmente de acuerdo.Ser maestros es una profesión que hay que amar de todo corazón para poder no solo enseñar si no también ayuda. Un saludo.
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