(Del blog que dedico a mis nietos/as)
¡Ea, pues
se pasaron también los reyes y mañana, creo, que volvéis al colegio! ¡Vaya
Reyes generosos que habéis tenido y
hemos tenido todos! Ha sido un día espléndido
de alegría que hemos rematado con
la comida en familia y en la terraza de Tamicos, nuestra bar y restaurante
favorito.
Mañana volvéis a clase. Ya sé que tenéis la
mochila a punto con las cositas nuevas que os dejaron los Reyes para
el colé. Un día bonito este primero en el que todos y todas os
contáis dónde y cómo habéis pasado las vacaciones y sobre todo, eso: los
regalos que os dejaron los Reyes Magos.
Pero la abuela, siempre atenta a cuanto pueda
interesaros, quiere hoy adelantarse a un acontecimiento del que seguro pronto
muy pronto os hablarán vuestros profesores. Si ya sabéis algo sobre el
tema, os puede valer para una buena nota.
Así que leed despacio y enteraos. Se trata de
celebrar este año la publicación de una obra universal de la que los mayores ya
sabréis algo: Platero y yo. Sí, la escribió Juan Ramón Jiménez, un gran poeta
español, hace cien años. Es decir, en el 1914. Nació en Moguer un pueblecito de
Huelva. Este año, pues, hace un siglo, como os he dicho de la publicación de
esta obra que es considerada universal, porque ha sido traducida
a muchos idiomas.
En esta obra, Juan Ramón Jiménez recrea
poéticamente la vida y muerte del burro Platero, dedicado, en palabras del autor, «a
la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras
y claveles» y formada por breves capítulos. Es muy célebre el primer
párrafo que dice así:
Platero es
pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que
no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos
escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y
acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas,
celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero? y viene a mí con un
trotecillo alegre que parece que se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...
Come
cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de
ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y
mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro como de
piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del
pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan
mirándolo:
Tie asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Mis alumnos hicieron esta portada que
titularon
PLATERO UY MUA
¿Os
gusta? Os diré que es uno de mis libros favoritos desde que era niña. Y
bueno, como tendréis que investigar y saber más sobre este autor y esta
obra, ahora os inserto dibujitos y textos de mis alumnos/as a los que
siempre he motivado con esta obra.
¿A qué son unos dibujos graciosos?
Cada uno corresponde a un capítulo.
Pero
también escribieron. Os muestro algunas de sus cosas que dicen a Platero:
Y para
terminar, por hoy con este tema, una foto de Juan ramón Jiménez:
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