miércoles, 17 de agosto de 2016

Jamases

Desde este aula de mi ordenador, me permito opinar acerca de lo que jamás debe o no debe hacer un maestro. No todos los sois, pero educadores somos todos, tanto padres,  abuelos, vecinos…, y   estemos dónde estemos
 Para ello, y al aproximarse el nuevo curso, no está demás que recordemos lo que jamás debe de hacer un maestro en nuestro caso de educadores profesionales.

·      JAMASES PEDAGÓGICOS
·      Jamás te presentes ante los alumnos sin una “cartera” rebosante de ilusiones.
·      Jamás vayas a la escuela con el propósito prioritario de enseñar. A flor de piel, el conocer, amar y hacer felices a tus alumnos.  
·      Jamás olvides que tus alumnos no son cera para moldear, sino el futuro que está en tus manos para  hacerlo crecer en libertad, autoestima, creatividad…
·      Jamás pongas fin a las tareas educativa al finalizar el horario escolar. Muy al contrario, los alumnos, sus problemas, sus vidas… deben ir contigo a lo largo y ancho de los días, porque deben formar parte de ti, desde el mismo instante que entren por las puertas del aula.   
·      Jamás te propongas imponer justicia sin escuchar. Sería manipulación pura y dura.
·      Jamás dejes que un alumno se aleje de tu lado triste, humillado, decepcionado.
·      Jamás mientas a tus alumnos. Recuerda que tú no eres un sabio sino un ser humano con grandes limitaciones. La verdad no humilla sino que engrandece.  
·                    -      Jamás trates  de ser copiado por por tus alumnos. Procura, por el contrario, fomentar su                           individualidad. Su futuro no puede ser fotocopia de tu, tal vez obsoletas, creencias.   
       
·       Jamás dejes que tus alumnos se vayan sin que hayas pronunciado su nombre, dedicado unas palabras, mirarle a los ojos…
·      Jamás midas a tus alumnos con la misma vara; no son número y cada uno de ellos es único e irrepetible.
·      Jamás hables para ser escuchado; habla siempre para ser comprendido.
·     Jamás emprendas una tarea sin haberla motivado con anterioridad. Sería como emprender un camino a oscuras.
·     Jamás trates de que un día sea igual a otro. La creatividad debe ser el arma que los haga únicos y especiales.
·         ·   Jamás, y es mi confesión incuestionable, en ningún momento, en ningún lugar, en ninguna         circunstancia, he dejado de buscar estrategias, recursos, métodos… para promover valores, para facilitar y motivar el aprendizaje, para buscar el camino de ir a mis alumnos sin esperar que ellos fueran a mí.
·   Jamás he dejado  que un alumno/a fracase, convencida de que no fracasan ellos sino  sus maestros/as.
· Jamás le he negado  a los alumnos/as la posibilidad de rectificar, evitando  así desenmascararlos. Si no había excusa, la inventaba.

·      Ni un día sin que se sientas queridos por ti e ilusionados por la escuela, ni un día sin entender lo mucho que puedes aprender de todos y cada uno.
·      No olvides nunca que la mejor enseñanza que podrás trasmitirle será aquella que tú vivas con autenticidad, con sencillez, con amor.
·      Y no olvides que la felicidad que tú puedas propiciarle, tal vez sea la mejor, la única que los salve de las muchas contrariedades del futuro, pero sobre todo, no intentes que sean  a tu imagen y semejanza, sino que crezca en ellos  las personas que son libres, autónomas, portadoras de grandes valores que descubrirás y potenciaras desde la observación y creatividad.
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