domingo, 1 de septiembre de 2013

Potenciar la memoria


Hoy día, lo sabemos todos, la memoria anda bastante desvalorizada porque  de aquellos tiempos en los que todo eran conocimientos memorísticos, hemos pasado al extremo opuesto: tenemos calculadora, ordenador, móviles, etc. y todo con su respectiva memoria ¿para qué grabar  en la nuestra?
Me reitero en lo dicho en la entrada anterior: Estudiar, aprender no equivale a memorizar. No obstante, la memoria es una facultad y, como todas, se desarrolla con la práctica y es necesario que así lo hagamos, aunque sea, si lo queremos, por nuestra salud mental. De todas formas, los alumnos deben aprender, cómo memorizar, mediante estrategias más divertidas que las consabidas repeticiones.
De ahí que voy a intentar resumir algunas de las que, en mi Obra Primeros Pasos en el Estudio, expongo de forma exhaustiva.
a)  Convertir nuestro cuerpo en un escaparate
Imagina que tu cuerpo, empezando por la cabeza y terminando por los dedos de los pies, es como un escaparate donde tú vas a ir colocando punto por punto. Por ejemplo, vas a estudiar  huesos del cuerpo humano Para ello, vamos a ir colocando en  el  escaparate  el nombre de los huesos empezando por ejemplo, por orden alfabético. Así en la cabeza, como si fuera un sombrero pondríamos: cráneo, costillas, cúbito. Durante unos momentos debes visualizarlos y repetirlos de viva voz. En medio del pecho, se colocaría el Fémur y se volverás a memorizar y a repetir, partiendo de la cabeza: cráneo, costillas, cúbito, fémur… Etc. (Hacer esto en clase y en común, no solo es divertido sino que jamás se olvidará).
Y así a la hora de recordar, al tener, de alguna forma ordenados los conocimientos, les será mucho más fácil recordarlos. En el caso de los huesos, convendría, convertir nuestro cuerpo en un esqueleto e ir colocando los nombres en sus lugares  respectivos.
b) Palabras difíciles y largas
Si se trata de palabras difíciles o largas puedes valerte de muchas y creativas fórmulas:
1º. Trata de asociarlas a otras que conozcas. Este procedimiento es muy antiguo y sabido. Por ejemplo, para recordar Glaciar Ártico, te puedes acordar de gracia y de arte.  Con lo cual en seguida asociarás y te saldrá el nombre completo.
. Si la palabra es muy larga, puedes partirla para aprenderla como en trozos - esto también es muy conocido-. Por ejemplo: otorrinolaringólogo. Puedes fraccionar la palabra de esta manera: oto - rrino - larin -gólogo. Una vez que las repitas varias veces por separado, podrás unirlas, primero, dos: otorrino, y sucesivamente, sumando sílabas o trozos sin dificultad.
c) Nombres  o definiciones que memorizar.
1º. Puedes componer unas siglas. Por ejemplo, para aprender y recordar el nombre de los océanos,  Pacífico, Atlántico, Índico, Glaciar Ártico y Glaciar Antártico, puedes hacer la siguiente sigla: PAIGAGA
2º. Decir las cosas de otra manera: Tú sabes que para recordar cosas, hacemos nudos en los pañuelos o nos cambiamos los anillos, pues, a mi se me ocurre que para recordar cosas de tu lección, puedes cambiarlas de sitio. Es decir, si por ejemplo tienes que saber decir lo qué es un río, y en tu  libro dice, más o menos lo siguiente: corriente de agua que desemboca en el mar.  tú puedes intentar cambiar las palabras con tal de que digan lo mismo. Por ejemplo: A los mares van a desembocar aguas que corren desde su nacimiento y que se llaman ríos.
d) Resumir un tema
1º. Hacer cadenas: Trata de enlazar las ideas principales unas con otras, hasta lograr una especie de cadena. Te será muy fácil, reconstruir, recordar, si lograr tirar del primer eslabón. Es lo que te sucede, cuando, para empezar, preguntas: ¿Cómo empieza..? Y con tan sólo unas palabras, lo recuerdas todo.
2º.  El árbol de la memoria  Dibuja un árbol, sin que te preocupe demasiado el tema del dibujo. Procura, eso sí, que tenga ramas y bastantes y grandes hojas. Si te interesa recordar, por ejemplo, algo tan sencillo como la dirección de un amigo, en la hoja más céntrica escribes su nombre y, en hojas que elijas, nombre de calle, número de bloque, de escalera, de piso, distrito postal, teléfono y cualquier otro dato que te interese,  como mejor hora de llamada, etc.
3º.  Hacer  rimas: Por ejemplo: Río es una corriente de agua que desemboca en el mar / y en ella se baña un calamar. España es una Monarquía  / esa historia me contó mi tía / y mi tía no me engaña / Juan Carlos se llama el rey de España. España es una democracia / ¡ay qué gracia! Los ministros son señores de los de bombo y platillo / que viajan en coches de brillo /  Etc.
4º. El baúl de los recuerdos:  Buscando en el baúl de los recuerdos...  -dice la letra de una  canción muy conocida-, lo  cual quiere decir, buscando en la memoria. Pero de la memoria, al igual que de los baúles, arcas, etc., sólo se puede sacar lo que, con anterioridad, se ha guardado. Si no te preocupas de ir guardando, es absurdo buscar: no encontrarás  nada.
A veces, sobre todo los mayores, se quejan de mala memoria, pero la mayoría de las veces, sucede que en medio de tantas prisas y de tantos eventos como se suceden a la vez, no somos conscientes de muchas cosas que vemos, oímos o hacemos y no “archivamos”. En definitiva, no guardamos.
Personalmente, me sucede mucho, tengo un gran problema con unas cápsulas que tomo antes de las comidas. La mayoría de las veces, la duda me asalta en el sentido de que no sé si las he tomado o no. Pero la culpa de eso no está en que me traicione la memoria, la responsable del despiste, soy yo que no pongo atención a lo que hago, dado que, bien estoy hablando, bien, mirando la tele o, simplemente, pensando en otra cosa. Por consiguiente, nada he mandado guardar a mi memoria, luego, nada encuentro, cuando me pregunto sobre la cápsula.
Bien distinto es si me propongo memorizar la toma de mi medicamento. Me digo concentro en lo que voy a hacer y me digo: Sí, me estoy tomando la cápsula. No lo voy a dudar por esta vez.
Así que guarda todo lo que te interese recordar, pero de forma relajada y consciente. No falla tanto la memoria como la atención, visualización, etc debidas. Menos prisas, menos cosas…, y tendremos  a punto la maravillosa facultad de la memoria-
Y tengo que terminar, pero me cuesta porque dejo atrás rcursos, estrategias muy interesantes, pero no me gusta alargarme. Continuará....

viernes, 23 de agosto de 2013

Técnicas de estudio 4


  

La mano de un niño solo tiembla ante lo desconocido.



APRENDER NO ES IGUAL A MEMORIZAR


Es obvio que nuestros alumnos, como cuando nosotros fuimos estudiantes, siguen creyendo que estudiar es sinónimo de memorizar, al fin de reproducir ante el profesor el mayor número de palabras posibles.  .
Cualquier procedimiento elegido para favorecer el aprendizaje, el estudio, tendrán que  lograr, para ser eficaces,  que los conocimientos lleguen a la memoria de los alumnos de forma organizada 
Por experiencia de tantos años en ejercicio de la profesión de maestra, sé con cuánta facilidad se confunde la memoria  con  el estudio, en el sentido de creer que, cuando algo se olvida, se achaca a la mala memoria, y no a la falta de estudio y comprensión.
Así, los padres suelen expresarse en estos términos: Es que el niño, la niña tiene muy mala memoria, porque en casa, anoche, me dijo la lección entera, ¡y se la sabía!, pero, ¡vaya memoria que tiene el niño o la niña!
Y sí, es verdad que hay que  potenciar la memoria -ya hablaremos de ello-, pero, lo que por lo general falla, es que no han aprendido a estudiar y tratan de memorizar  conocimientos que no están de ninguna manera organizados y, por supuesto, no pueden ser integrados como tales.
Poco, o nada, cuenta la reflexión, interiorización, el conocimiento, en definitiva, "digerido", asimilado del porqué de las  cosas. Sólo el justificarse ante el profesor, a la hora de dar cuenta de un tema.
Les importa, y mucho, que les salga la "cuenta", porque suponen, y casi suponen bien, que por lo que repitan, acerca de la lección encomendada, y tal vez sólo por eso, se les va a evaluar,

APRENDER EQUIVALE A DESCUBRIR 
 De ahí que los contenidos conceptuales haya que secuenciarlos bien de forma que cada uno de ellos sea eslabón que apoye y potencie el aprendizaje del siguiente.
Pero situar al alumnado en el estadio de la investigación y descubrimiento, conlleva, por parte del maestro, una dedicación plena, una ilusión y amor al estudio que contagie a los alumnos, sin necesidad de forzarlos por caminos "intransitables" y, posiblemente, sin retorno. 

RECUERDO AL RESPECTO
Un curso, me llegó un grupo de alumnos de quinto nivel, totalmente desmotivados, sin interés alguno por aprender, indisciplinados y tremendamente perezosos,
Se me ocurrió hacerles un proyecto de trabajo en grupos. Se trataba de investigar sobre los   monumentos  cordobeses llamados TRIUNFOS, dedicados al Arcángel San Rafael. Comencé por contarles las tradiciones, milagros e historias atribuidas al Arcángel. Los lancé a investigar. Resumiendo: el éxito fue total. Imposible de enumerar aquí la cantidad y variedad de trabajos que se derivaron de tal investigación.
El grupo estaba salvado de la monotonía, indiferencia, desgana y poca motivación.

Sin duda, el primer paso hacia el fracaso lo impulsamos los  padres y maestros cuando en el proceso enseñanza-aprendizaje, no preparamos a individuos autónomos, capaces de aprender por sí mismos.

Cargamos las tintas" en el aprendizaje por aprendizaje, olvidándonos de algo esencial: desde los primeros años hay que enseñar a aprender.
Los conocimientos no se adquieren por ósmosis y mucho menos a base de clavar los codos día y noche  y, a trancas y barrancas, repetir como loritos, la letra por encima  de lo que se considera pura obligación y nada más.
Por lo general, los libros de texto, desde hace años, nada tienen que ver con las antiguas enciclopedias donde todo estaba resumido y fácil de memorizar. Los libros de texto hoy día están concebidos  para informar y extractar de ellos lo básico, lo fundamental, y eso no se consigue con los  rutinarios subrayados que solemos hacer, sino leyendo, comprendiendo, extractando y, finalmente, memorizando.
Insistentemente he trabajado, y sigo trabajando, en estrategias que favorezcan el cambio necesario para que el estudio deje de ser el fantasma gigante que persigue, acosa, desvela, deprime... a nuestros pequeños y jóvenes estudiantes.

En la próxima entrada  quiero comenzar con estas estrategias pero, previamente, me parece interesante entender el por qué es necesario que los maestros  estemos convencidos del absurdo y rutinario ejercicio de enseñanza que, día a día, llevamos a cabo sin más.  > mí, al menos, así me lo parece.

domingo, 11 de agosto de 2013

Técnicas de Estudio 3




COMPRENDER PARA APRENDER


Sabido es por todos como al empezar el curso y recibir alumnos nuevos damos por hecho que traen el bagaje de conocimientos que le corresponden. Y nos limitamos a llevar a cabo el programa de temas que corresponden, pero he aquí que tropezamos con una realidad que, al reconocerla, culpamos a los compañeros que nos han precedido. Y así suma y sigue, terminando, antes o después, en un rotundo fracaso.

Tendríamos que rotularnos en oro la siguiente obviedad: Antes que aprender, hay que comprender. Y es que ahí radica el gran problema del estudio y de la aversión que los alumnos, en general, muestran por los libros, las clases, etc.

En una ocasión, se reunieron en mi casa un grupo de alumnas de bachiller junto con mi hija. Tenían que resumir “El señor de las moscas” que se supone habían leído. ¡Qué pena sentí, cuando tuve ocasión de comprobar que ni idea de lo que habían leído. Se expresaban en estos términos: ¡No hay quién lo entienda! ¡Es un lío!, etc.

Sucedía que los profesores, sin salvar a ninguno, por lo que me contaron, jamás se habían preocupado de saber qué grado de comprensión lectora tenían fuesen del curso que fuesen.

De sobra sé cuánto hincapié se suele hacer en la lectura, pero casi siempre, nos preocupamos más de la lectura mecánica que de la comprensiva. Si un alumno no entiende una frase, como va a entender un párrafo, y si no entiende un párrafo como va a entender un capítulo.

De ahí que hoy me ocupe de este importante tema: la lectura comprensiva. Considero que el primer paso para estudiar deberá ser el dominio de la lectura comprensiva, así como la capacidad de síntesis y el dominio de la expresión oral y escrita, a la hora de la exposición de un tema.

Para tal fin expongo las técnicas de lectura más usuales en Primaria, desde mi punto de vista y desde mi práctica de muchos años, y que clasifico en:

a) Lecturas individuales en voz alta.

b) Lecturas colectivas en voz alta.

c) Lecturas a coros en voz alta.

d) Lecturas silenciosas.

e) Lecturas grupales

e) Lecturas compartidas y en las que se intercalarán lecturas en voz alta y lecturas silenciosas.

f) Lecturas de dibujos.

g) Lecturas de tiras de comic que recortaban de revistas o periódicos.

Etc.

Cada una de estas técnicas exige una exhaustiva preparación por parte del profesorado que debe tener en cuenta:

 Que los textos sean breves.

 Que se les avise, previamente, del tipo de lectura que vamos a hacer y se les facilite el texto.

 Que sean lecturas amenas, con poemillas intercalados, con letra e interlineado que la faciliten.

 Que se comente cada párrafo, cada capítulo, incluso cada frase.

 Que se haga hincapié en guiones, interrogaciones, exclamaciones, etc.

 Que tras cada lectura escriban una o dos frases que la resuman como norma para saber si han comprendido.

 Un largo etcétera que cada profesor/a puede idear.

Recuerdo al respecto cómo de vez en cuando les proponía lectura de mimos, consistente en proporcionarles un texto teatral, de forma que entre dos o tres –a decidir por ellos- leyeran en silencio pero con gestos nos los comunicaran a los demás. Resultaba tan divertido que ellos mismos se los preparaban por iniciativa propia.

Ya sé que os estaréis preguntando que de dónde se saca tiempo para eso, pero creo que sí que hay respuesta: todo lo que deban hacer, desde Matemáticas a Música o deporte, deben saber y comprender para que lo estudian y para qué les puede servir. Dar conocimientos y más conocimientos sin base de compresión y utilidad es añadir a su desmotivación, un arsenal de impotencias que solo darán por resultado el recurrente fracaso.

Yo llamaría “terrorismo” el que alumnos que por primera vez se enfrentan con el Inglés, se les manden traducciones, y eso no es una anécdota sino una realidad que se da en algunas aulas de primaria.

Comprender el mundo, comprender al otro, comprendernos a nosotros mismos, exige un aprendizaje y ese aprendizaje lo tienen que adquirir en el aula, con prioridad 













miércoles, 31 de julio de 2013

Técnicas de estudio 2


                                             Mirar a lo lejos nos da la posibilidad
                                             de descrubrir bellos y nuevos paisajes.
      
                                                                           
                                                                                
CONOCER A LOS ALUMNOS/AS

Un epítome o prueba previa bien elaborada nos puede situar en el umbral de conocimientos que los alumnos, en general tienen y del cual tendremos que partir, pero de capital importancia es así mismo conocer a los alumnos/as desde el punto de vista de su psicología. Algo que alguien puede pensar que no es misiva del maestro, pero me parece imprescindible, a un nivel mínimo, conocer al alumnado en este sentido, puesto que cuanto mayor sea el abanico de conocimientos individuales que tengamos de todos y cada uno, más fácil nos resultara entender sus comportamientos, así como motivaciones, etc.
Para ello no es necesario recurrir a grandes y complicadas pruebas. Sinceramente, basta con algo de voluntad y creatividad para llegar a intuir valores, problemas, familia, etc. que tanto pueden influir en el aprendizaje.
En esta línea de cosas sencillas, me “fabriqué” mis propios test y os aseguro que me dieron excelente resultado.
Citaré solo uno o dos. En mi obra “primeros Pasos en el Estudio” me extiendo de forma mucho más exhaustiva.

1ª TEST DE LOS CATÁLOGOS
Se trata simplemente de procurar a los alumnos el mayor número de catálogos de los que a diario atiborran los buzones de correos, tanto de juguetes, muebles, comidas, etc.
Una vez que los tengan pedirles, sencillamente, que busquen y anoten qué les gustaría comprarse de todo lo que encuentren ahí, eligiendo un máximo de dos cosas.

UN RECUERDO
Un alumno de quinto, que tras pasar por varios profesores, habíamos coincidido en su poca voluntad, en su mínimo esfuerzo para el trabajo. Parecía que estuviese estancado en el mayor de los fracasos, sin remedio posible, dada su inmovilidad, pasividad ante todo.
Y, sorprendentemente, tras el "Test de los Catálogos, el alumno me dio una pista importante: entre montones de juguetes y cientos de cosas atractivas para cualquier niño, eligió solo un dormitorio. Sorprendida, le pregunté que cuál era el motivo de su elección, puesto que imaginaba que tenía cama, etc. Me contestó que sí, pero que tenía que compartir un pequeño dormitorio con dos hermanos menores que le cogían todo el material y jugaban incesantemente. ¡Quiero estar solo! –exclamó-, y que mis hermanos me dejen en paz y no me cojan lápices, bolígrafos, etc. Efectivamente, cuando hablé con la madre, me confirmó que el piso era muy pequeño y que tenían que dormir todos sus hijos varones, cuatro en total, en una reducida habitación, algo que, por supuesto, limitaba y condicionaba el ambiente requerido para trabajar un mínimo.

Fueron muchas y curiosas las cosas que pude conocer de mis nuevos alumnos. Una niña eligió botellas de vino: Para que no las encuentre mi padre –dijo- que se emborracha todos los días.
Un niño eligió un micrófono. Resulto que era tartamudo y no hablaba, prácticamente, nada.

2º PASA EL HURACÁN
Otro invento en mi deseo de conocer lo más posible a mis alumnos/as. El objetivo principal, buscar una aproximación a la lógica individual.
Es importante conocer qué grado de intuición, deducción, razonamiento, etc., poseen, aunque sólo se trate, como es natural a sus años, y dependiendo de ellos, de una mera aproximación a tales facultades.
Para ello se les puede dar fotocopiada una lámina -puede dibujarla el maestro o recomponerla de otros dibujos- donde aparezca una casa totalmente destrozada por el supuesto paso de un huracán.
Se le explica que hay que volver a reconstruirla, cosa por cosa y que, según crean cada uno, escriban por detrás de la hoja, el orden de preferencia que seguirían en la supuesta reconstrucción.
Es muy curioso observar cómo, por lo general, una gran mayoría eligen, como elemento primordial, la chimenea, lo que pone de manifiesto que se trata, bien de poca lógica o bien de falta de madurez, puesto que la capital importancia la centran en algo tan pueril como la chimenea que aparece en todas las casitas de sus infantiles dibujos.
Los que muestran mayor desarrollo lógico son aquellos que eligen, en primer lugar, ladrillos, hierros, etcétera, para reconstruir los cimientos.
Y, desde cualquier punto de partida, habrá que analizar, interrogar y deducir.
Una alumna, a la que yo tenía por bastante inteligente, eligió como primero, las puertas y ventanas.
Yo le pregunté: ¿Cómo vas a poner puertas y ventanas a una casa sin paredes? Es que -contestó-, si no hay puertas y ventanas, y hay fuego, ¿por dónde se sale una?
Sospeché que tuviera algo de claustrofobia. Después, la madre me confirmó que, cada noche, antes de acostarse, revisaba puertas y ventanas para comprobar que se podían abrir con facilidad.
En honor a la verdad, tengo que confesar que raro era el día que no me inventaba algún tipo de prueba. Si bien, insisto, son más bien una simple reflexión sobre algún aspecto determinado por el cual me sienta interesada y que, por supuesto, su resultado no va más allá del puramente "anecdótico" pero, desde mi punto de vista, muy interesante para prevenir problemas de aprendizaje como de cualquier otro tipo.

Y nada más por hoy. Seguiré con mis estrategias que nada tienen de particular, pero, por ello, creo, funcionan.







domingo, 28 de julio de 2013

Sencillo taller: Técnicas de estudio

Queridos compañeros/as: Repasando hoy una de mis obras publicadas, “Primeros Pasos en el Estudio”, me ha parecido interesante el reproducir en este blog algunas de las estrategias creativas que a mí me dieron excelentes resultados.
Sinceramente, siento pena, cuando mis nietos/as, literalmente, detectan el estudio. Al igual que ellos, imagino que la mayoría de los alumnos/as.
De ahí que me haya animado a estas páginas por si os pueden ser de utilidad de cara a facilitaros el trabajoso arte de enseñar. No las haré extensas pero sí procuraré que sean fluidas en el tiempo

Anécdota que me alertó:
Una alumna de ocho años me decía: Mi padre dice que no me sé las lecciones, porque, cuando me las toma, se me olvidan y me equivoco.
Yo, sin prestarle, aparentemente, mucha atención, y sin dejar de manipular unas cintas aislantes de colores, con las cuales preparaba una actividad de plásticas, le pregunté: ¿Te gusta lo que estoy haciendo? ¡Sí que es chulo! -exclamó- Yo también lo voy a hacer. Me gusta mucho. Pero, ¡si tú no sabes! –añadí- No sabía –contestó- pero ¡ya sí sé! Como te he visto a ti hacerlo… Como tengo cintas de esas...
Llegué, entonces, a la siguiente conclusión:

Los niños aprenden solos todo lo que ven, y máxime si se les motiva para ello y si cuentan con la base necesaria. Estudiemos, pues, ante ellos, junto a ellos, con ellos y partiendo de ellos y todas las técnicas sobrarán.
…………………………………………………

¿Por dónde empezar?
Por supuesto, por la base. Veamos. Organizador previo: Epítome.

El profesor tutor, y como criterio general, según principio significativo, para cualquier tipo de aprendizaje que el maestro/a se proponga emprender, deberá partir de los conocimientos previos de los alumnos, al fin de "edificar" desde una realidad asumida.
Todo aprendizaje escolar, pues, debe ser significativo en oposición a repetitivo, mecánico o carente de toda base, de cimientos válidos para comenzar una auténtica obra, como debe serlo el estudio, en este caso.
Y esto se reduce a establecer relaciones entre los conocimientos ya aprendidos y la nueva información que integre el Currículo correspondiente. Así, un aprendizaje será significativo en la medida que el nuevo material suministrado se relacione de manera clara, y no al azar, con todo aquello que el alumnado conoce pero, para que esto se produzca, tienen que establecerse varias condiciones:

• Que el contenido, proceso de aprendizaje, posea significatividad lógica y psicológica.

• Que los alumnos tengan -y se les posibilite- una actitud favorable para aprender significativamente, lo que equivale a decir que sean capaces de establecer las relaciones pertinentes entre lo ya aprendido y la nueva información.

• Metodológicamente supone que hay que empezar por conocer y partir de las representaciones y estructuras presentes en el alumno ante un aprendizaje concreto.

De ahí que sea imprescindible un Organizador Previo -sencilla evaluación previa- que nos ponga de relieve, de una forma sencilla, casi lúdica y natural, la realidad a la que nos vamos a enfrentar. De lo contrario, a  los alumnos de todos los tiempos, el estudio se les hace una cuesta arriba insoportable.

SI TE INTERESA, TOMA NOTA.
Para enseñar algo nuevo, hay que tomar como punto de partida, los conocimientos previos que los alumnos tengan sobre dicho tema, porque una cosa es memorizar y otra bien distinta aprender.

No se aprende a andar, exigiendo que un “bebé” se eche una carrera, sino que, si no sabe dar los primeros pasos, por ahí tendremos que empezar aunque el “bebé” tenga ochenta años.

miércoles, 10 de julio de 2013

martes, 9 de julio de 2013

El placer de crear



Queridos compañeros/as: Sin ánimo de dar "lecciones" de ningún tipo, pero sempre movida por mis mejores deseos de crear y vivir este placer de aprovechar y aprender con nuevas tecnologías, ayer hice estos dibujos que os muetro y que nada tienen de particular pero que, como os digo, me hacen pasar ratos de renovación y sentimientos de vida. Feliz verano a todos y todas.