Mis alumnos leen y piensan
Buenos y calurosos días, amigos y compañeros Sigo con el tema que empecé en Facebook, porque considero que en
tiempo de vacaciones, y al tener más
presencia de los hijos en las casas, cometemos con frecuencia, grandes errores
en nuestro comportamiento.También en las aulas a la hora de enseñar.
Hay una cuestión que siempre me ha preocupado: ¿cuándo, cómo
y dónde se enseña a pensar? Creo que es algo que tanto maestros como padres
damos por sabido por mera referencia a la edad. Y no es así. Pensar requiere
comprender, asimilar, concluir…
Para tal fin, tengo varias obras publicadas. En
una de ellas hago hincapié en la necesidad de entender y reflexionar en lo que
se lee y para ello me valgo de una especie de problemas sin números
-le llamo yo- en el que el lector tiene que pensar, a modo de acertijo, en la solución. Vamos a ver
uno de ellos y qué solución encontráis.
La llamada que no llegó
Dos amigos, Carlos y Elena quedan en llamarse por teléfono a
las siete en punto de la tarde. A las siete menos cuarto, la madre de Elena
llama al supermercado para hacer un pedido. Termina a la siete menos cinco. A
partir de ese momento Elena espera la llamada de su amigo, pero indignada,
cuando a la siete y cuarto Carlos no la ha llamado, decide hacerlo ella para pedirle explicaciones. No
obstante, al coger el teléfono cae en la cuenta del por qué no la ha llamado
Carlos.
¿Cuál podía ser el motivo por el que Elena excusó a su amigo?
¿Sencillo, verdad? Tratad de que vuestros hijos, alumnos en un ratito
de ocio, lo resuelvan, pero, ¿lo sabéis vosotros? ¡A ver, a ver! Opinad.
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