domingo, 28 de junio de 2015

Como ser mejores padres y maestros

Mis alumnos  leen y piensan

Buenos y calurosos días, amigos y compañeros  Sigo con el tema que empecé en Facebook, porque considero que en tiempo de vacaciones, y al tener  más presencia de los hijos en las casas, cometemos con frecuencia, grandes errores en nuestro comportamiento.También en las aulas a la hora de enseñar.
Hay una cuestión que siempre me ha preocupado: ¿cuándo, cómo y dónde se enseña a pensar? Creo que es algo que tanto maestros como padres damos por sabido por mera referencia a la edad. Y no es así. Pensar requiere comprender, asimilar, concluir… 
Para tal fin, tengo varias obras publicadas. En una de ellas hago hincapié en la necesidad de entender y reflexionar en lo que se lee y para ello me valgo de una especie de problemas  sin números  -le llamo yo- en el que el lector tiene que pensar, a  modo de acertijo, en la solución. Vamos a ver uno de ellos y qué solución encontráis.
La llamada que no llegó
Dos amigos, Carlos y Elena quedan en llamarse por teléfono a las siete en punto de la tarde. A las siete menos cuarto, la madre de Elena llama al supermercado para hacer un pedido. Termina a la siete menos cinco. A partir de ese momento Elena espera la llamada de su amigo, pero indignada, cuando a la siete y cuarto Carlos no la ha llamado, decide  hacerlo ella para pedirle explicaciones. No obstante, al coger el teléfono cae en la cuenta del por qué no la ha llamado Carlos.
¿Cuál podía ser el motivo por el que Elena excusó a su amigo?

¿Sencillo, verdad? Tratad de que vuestros hijos,  alumnos en un ratito de ocio, lo resuelvan, pero, ¿lo sabéis vosotros? ¡A ver, a ver! Opinad.

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