martes, 8 de septiembre de 2015

Jamases pedagógicos

  Ayer para muchos alumnos y hoy para otros comienza el curso escolar. Me veo y me noto feliz a las puertas de un aula, no importan dónde, esperando la llegada de mis alumnos, estrenado día, cartera, libros, estrenando, sobre todo, expectativas: ¿quién será su maestro? ¿Cómo será?

Buenos días, amigos: desde este aula de mi ordenador, me permito opinar acerca de lo que jamás debe o no debe hacer un maestro. No todos los sois, pero educadores somos todos seamos padres, abuelos, vecinos…, y   estemos dónde estemos.

 
A veces, paredes, puertas, mesas..., 
pueden parecer a los alumnos, barrotes de jaula.

1.     Jamás te presentes ante los alumnos sin una “cartera” rebosante de ilusiones.
2.    Jamás vayas a la escuela con el propósito prioritario de enseñar. A flor de piel, el conocer, amar y hacer felices a tus alumnos.  
3.   Jamás olvides que tus alumnos no son cera para moldear, sino el futuro que está en tus manos para  hacerlo crecer en libertad, autoestima, creatividad…
4.    Jamás pongas fin a las tareas educativa al finalizar el horario escolar. Muy al contrario, los alumnos, sus problemas, sus vidas… deben ir contigo a lo largo y ancho de los días, porque deben formar parte de ti, desde el mismo instante que entren por las puertas del aula.   
5.     Jamás te propongas imponer justicia sin escuchar. Sería manipulación pura y dura.
6.    Jamás dejes que un alumno se aleje de tu lado triste, humillado, decepcionado.
7.   Jamás mientas a tus alumnos. Recuerda que tú no eres un sabio sino un ser humano con grandes limitaciones. La verdad no humilla sino que engrandece.  
8.  Jamás trates  de ser copiado por por tus alumnos. Procura, por el contrario, fomentar su individualidad. Su futuro no puede ser fotocopia de tu, tal vez obsoletas, creencias.
9.   Jamás dejes que tus alumnos se vayan sin que hayas pronunciado su nombre, dedicado unas palabras, mirarle a los ojos…
10. Jamás midas a tus alumnos con la misma vara; no son número y cada uno de ellos es único e irrepetible.
11.  Jamás hables para ser escuchado; habla siempre para ser comprendido.
12. Jamás emprendas una tarea sin haberla motivado con anterioridad. Sería como emprender un camino a oscuras.
13.  Jamás trates de que un día sea igual a otro. La creatividad debe ser el arma que los haga únicos y especiales.

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