miércoles, 28 de septiembre de 2011

creatividad, Lenguaje y N. Tecnologías


El titular puede confundir ya que la obra trata de traducir en actividades de Lenguaje, muchas de las posibilidades que se manejan en Internet. Nada que ver con lo que puede entenderse de dicho titular.



Juegos: El trenecito


 Imagen de Internet


(De mi obra, CHIQUITINES)

Sencillos juegos para introducir a los más pequeños en medios de transporte


(Salen todos los niños en forma de tren )

A un tiempo y con ritmo:

TODOS

¡Pi, pi, piiiii...!

Somos el tren

que viene de Madrid,

en esta estación,

¿alguien baja

o quiere subir?

Grupo de niños y niñas

¡Nosotros y nosotras!

¡Nos queremos pasear!,

pero dinos trenecito,

¿a dónde nos llevarás?

Trenecito

De Córdoba a Sevilla

de Sevilla a Madrid

y volveremos a Córdoba

a la hora de dormir.

Niños y niñas

¡Bien! No se hable más

Subamos al tren

y todos a cantar:

(Se engachan todos y dan vueltas repitiendo)

Cuesta arriba,

cuesta abajo

¡qué fatiga!

¡qué trabajo!

¡que te pillo,

que te mato



Cuesta arriba,

cuesta abajo

¡qué fatiga!

¡qué trabajo!

¡que te pillo,

que te mato

que te doy

con un zapato

No te salgas de la vía

trenecito maragato.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Una buena idea para el otoño



Queridos compañeros/as y amigos/as: Hemos empezado el curso y la normailidad, que no la rutina, va seguir marcando el ritmo de nuestros pasos que ¡ojala dejen huellas que no borre ningún viento y puedan servir de guía, para llegar a buen puerto, a nuestros alumnos/as!

Una vez más, me gustaría invitaros al vivir creativo al que un día muy lejano rotulé con esta frase: Para defender una verdad, una idea, una filosofía... no debo atacar al contrario, sino tratar de que mi coherencia, honradez, verdad, libertad, justicia, etc. den testimonio de la fe que profeso.
Y nuestros actos serán creativos, sin que ni tan siquiera no lo propongamos porque siempre llevarán un sello que, aún contracorriente, navegarán  en dirección trascendente.

Llega el otoño y una estrategia creativa puede ser la siguiente:
Motivar a los alumnos/as a que recojan hohas secas de las que encuentren en paseos, jardines, campo e incluso en macetas de sus casas. Con ellas y algunas florecillas de plástico o tela, pueden confeccionar preciosos ramos para decorar.

Siempre lo hice con mis alumnos/as y se maravillaban por ello.
Hoy, sin alumnos/as  presenciales, pero enetendiendo que mi casa debe revestirse de originalidad, los sigo haciendo. Y para ello me recorro  jardines y paseos, regresando,a veces, con grandes ramas secas que me parecen preciosas.

A vewr que os parece la fotografía de uno de los ramos que andan ya por mi casa.

Buen curso y un fuerte abrazo

martes, 13 de septiembre de 2011

Más que indiganada



DIARIO CÓRDOBA/ ISABEL AGÜERA

No lo puedo evitar pero, cuando tocan al magisterio, se resiente mi fibra más sensible.
Y es que se suelta la lengua con una facilidad espantosa y con una total unanimidad de opiniones, cuando se desconoce un tema y solo se habla dando cuerda, aunque sea inconscientemente, al provecho propio, la envidia o el populismo.
Bueno, el caso es que por si fuera poco el mal ánimo, a causa de la tan deteriorada autoridad, la falta de colaboración, las muchas exigencias administrativas, etc. que cunde entre el profesorado, ahora, en estos días, ¡más leña al fuego!
Que trabajan menos que los demás, que si hay que suprimir plazas, que si patatín que si patatán, que el tema da para muchos votos de cualquier color.
Es decir, que gran parte del problema de la crisis se solucionará, con más horas de trabajo al magisterio, menos profesores y más alumnos.
Más que indignada por supuesto. Ya está bien la facilona y populachera muletilla de las horas de trabajo del magisterio. ¿Se cuentan las horas de claustros, de visitas de padres, cursos de reciclaje en horas extras, asistencia a Consejos Escolares, días de viajes, horas de preparación de fiestas, de salidas del Centro, etc.? ¿Se cuentan el tiempo de preparación de clases, corrección de exámenes, horas de Evaluación, búsqueda de materiales, etc.?
Y esto sin contar el estrés que conllevan las horas presenciales en el aula, atendiendo a veinticinco o treinta alumnos -eso ahora-, cada uno con su singular complejidad. ¿Acaso los padres soportan bien a uno o dos de sus hijos en tiempos de vacaciones?
El magisterio precisa motivación y no cargar sobre sus hombros, como ha sucedido siempre, más exigencias y responsabilidades, abusando así de su abnegación y amor a la educación, a los niños y a la enseñanza.
Y, bueno, que el chollo está ahí, que el que quiera estudie, haga oposiciones, tras largos años de estudio, intentos, aprobados sin plaza,  paso por aldeas, pueblos, interinidades más interinidades y... ¡Tijeretazo, aumento de horas, recorte de sueldos y opinión pública al canto! ¡Qué pena me da al comprobar lo poco que esta sociedad avanza!