lunes, 22 de octubre de 2018

Educación, a la cola


DIARIO CÓRDOBA / OPINIÓN
Palabras de actualidad me llevan hoy al tema: Andalucía a la cola en Educación --airean los medios--. Y sin querer, me traslado a mi primera escuela, el año 1958. Unitaria en zona marginal, donde la gente vivía en chozos, compartidos con animales, corrupción moral y gran pobreza. En las aulas, mesas, sillas y una pizarra de hule donde era imposible escribir. Las alumnas, en su mayoría, pobres de todo que asistían a clase sin material alguno y en cualquier caso con pizarra y pizarrín. Nadie controlaba el número de alumnos ni, de conocimientos, ni de asistencia... No había programas, ni evaluaciones, ni tan siquiera control de maestros que con excusas inventadas, muchos, abandonaban las aulas, dejándolas en manos de cualquier chica del pueblo. Los sueldos, una miseria con la que no se podía pagar ni la más económica pensión. 
Así comencé mi andadura por el complicado mundo de la educación. Pasaron años, y pasaron micro escuelas --ratoneras, diría yo--, y pasaron privilegios para ciertos maestros... ¿Quién vigilaba y consentía tales desmanes? No quiero poner nombres pero como testigo fidedigno, me indigna que se diga que vamos a la cola. ¿Y cómo no lo vamos a ir si durante muchos años, la Escuela Pública parecía no existir, no estar en manos de nadie? Hoy, a toda prisa, hay que auparla y que las estadísticas hablen, y que los maestros atiendan más a papeles que a los alumnos. 
Pero es un camino equivocado. Para subir el nivel tan ansiado, hay que empezar por estimular, mimar a maestros tan mal tratados, en general, por todos. No se puede machacar a gestores de cualquier empresa y menos en educación, con exigencias que van más allá de sus competencias. Sentirse protegidos, respetados, valorados, querido..., son los pasos primeros que hay que dar para dejar de estar en esa cola que dicen que estamos en Educación,  y que no es otra cosa que el olvido, la marginación de otros tiempos que van remontando con el esfuerzo, sobre todo, y como siempre, de los maestros.


martes, 16 de octubre de 2018

DICEN,MI NIÑO...

DIARIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN








La creatividad -ddice einstein, y yo también lo digo- es la inteligencia divirtiéndose, Y no se trata d hacer cosas distintas sino de hacerlas de otra manera.

DICEN, MI  NIÑO
Dicen, mi niño, que eres listo, pero que estudias poco, que atiendes menos, que suspendes exámenes, que juegas en clase, que hablas, te ríes, que no te concentras, que reniegas de las tareas, que te cansas rápido de estudiar, que eres hiperactivo, que no sueltas el móvil, que eres desordenado, que eres desobediente...
Dicen que es tiempo de ir a clase de música, baile, deportes, inglés, etcétera. Dicen que es tiempo de catequesis, tiempo de confesiones y comuniones, tiempo de madrugar, tiempo de correr que llegas tarde, tiempo de ser el mejor...
Dicen que no sabes la tablas, los verbos, los ríos, los límites de España...
¡Qué pena me das, mi niño! ¿Alguien te habló alguna vez de la felicidad? ¿Alguien alguna vez se interesó por conocer tus gustos, intereses, aficiones...? ¿Alguien alguna vez se preocupó de enseñarte a pensar, a opinar, a escuchar, a mirar y ver el mundo más allá de ese círculo de obligaciones y responsabilidades que tanto pesan sobre tus débiles espaldas e incluso sobre las mías?
¿Alguien, alguna vez, te habló de libertad, solidaridad, amor...?
Tú, mi niño, tal y como yo te veo, eres un micro universo, cuajado de estrellas que los mayores vamos apagando en la torpe creencia de que las van encendiendo.
Tú, mi niño,   eres como una pequeña planta que hay que regar, abonar, podar, limpiar de las malas hierbas, cuidar cada día y proteger de las intemperies y con paciencia esperar el fruto.
¡Qué fracaso el de la Administración que hace de ti un montón de estadísticas, de exigencias en papeles! ¡Qué fracaso el de padres y mayores que, olvidados de tus pocos años, contribuimos a ellos en lugar de revelamos y luchar por tachar de tu vida las palabras que tan mal te definen! Mi niño precioso. ¡Qué antorcha de luz y esperanza veo en la transparente inocencia de tus lindos ojos!
Esta maestra que tanto trabajó, y tanto  lucho por hacer de ti un futuro creativo, ilusionante, preparado, capacitado para la improvisación y adaptación a nuestros tiempos y a nuestro mundo,  te dice, hoy: no te  recluyas en las posibilidades de un móvil o un ordenador, vive, mi niño, sueña, sé feliz y no permitas nunca que las manos de  malos alfareros te modelen a su gusto. 
No lo veré, pero llegará un día que emergerá la luz del juicio sensato que devuelva a los niños su condición de niños y sean ellos los verdaderos y auténticos protagonistas de la educación y no papeles y exigencias de todos que, por exceso o por defecto, se olvidan de que eres un niño,

miércoles, 3 de octubre de 2018

COMPLICIDAD EDUCATIVA


DIARIO CORDOBA / EDUCACIÓN
ISABEL AGÜERA
Quiero hacer hoy una reflexión sobre aquellos aspectos que marcan la relación entre padres y maestros -familia y escuela- en la difícil tarea que a ambos les concierne: la educación de los hijos. Un rápido análisis nos permite afirmar que, hace unos pocos años, las familias contaban con elementos de solidez propios muy superiores a los actuales: mayor estabilidad en el trabajo, más tiempo libre, menor estrés, etc. y como consecuencia, más dedicación a los hijos. 
En la actualidad, las familias, a pesar de sus mejores niveles de formación y educación, están más afectadas por influencias sociales negativas propias de la sociedad actual y son más débiles en su estructura, encontrándose inmersas, en muchos casos, en problemas reales que afectan a su estabilidad: carencia de ideales claros de vida, dificultades de convivencia o ruptura del matrimonio, etc. Esas familias necesitan, más que nunca, ayuda en su acción educativa profunda, y deben encontrar colaboración en el ámbito escolar, dentro de un marco de confianza. La relación existente entre escuela y familia exige de ella, de la familia, una exquisita coordinación, pero los padres, en muchos casos, no solo rompen la supuesta coordinación que debe existir, sino que crean grandes conflictos para el entendimiento. 
Es muy importante que reflexionemos en la importancia del maestro en la vida de nuestros hijos porque en esa obligada o no, cesión de responsabilidades, está en juego el futuro de los hijos. Desde el momento en que los padres eligen un centro escolar deben establecer con su profesorado una muy especial relación de respeto, confianza, credibilidad y, sobre todo, complicidad necesaria en tiempos en los que el profesorado, entre papeles exigidos y padres conflictivos, anda desilusionado, deprimido… 
Y siempre sin olvidar que, como dijo el filósofo de la Ilustración, Rousseau, un buen padre vale por cien maestros. Frase que avalo al cien por cien, recordando a su vez al mío, como el mejor maestro que tuve. 


Complicidad, ayuda, por parte de la Administración y, por supuesto, de los padres. El maestro no es un administrador, ni un asesor empresarial, ni un enemigo público, el maestro es la persona que vela, que custodia, que enseña y transmite educación y valores.