miércoles, 23 de octubre de 2019

MINIPEDAGOGÍA

Hoy vamos a tratar cuestiones educativas que, a veces, por ignorancia, nos equivocamos al aplicar correctivos o no sabemos qué hacer ante problemas habituales en los niños. 
Podeis preguntar lo que deseéis e incluso preguntar libremente algo que os preocupe o que no sepáis como actuar. Si yo lo sé, no dudéis q
ue os contestaré.
1.No mandes a un niño leer si no quiere o no le gusta.
- ¿Y qué hacer? 
- Motívalo: buscando libros que le gusten o interesen, leyendo con él, pedidle que te lea en voz alta, por ejemplo, mientras planchas, interesándote por pequeñas cosas que, aunque conozcas, trata de que él te las explique, pidiéndole, por ejemplo, que te lea los titulares de un periódico, etc. Y lo más importante: que te vea leer. 
2. No cortes un programa de tele que vea un niño para ver el tuyo.
-¿Qué hacemos? ¿Hay que dejar que un niño haga lo que quiera? 
-No, pero hay que prevenir y programar. Por ejemplo, si un padre quiere ver un partido de fútbol que hay a las siete, con tiempo decid a los niños: por favor, a las siete quiero ver un programa. Dejad libre la tele a esa hora. 
3. No hagas comparaciones entre hermanos ni entre alumnos aunque sean muy evidentes las diferencias. Uno, por ejemplo, es muy lento y otro muy activo. 
-¿Qué hacer si es así y además es motivo de peleas entre ellos?
-Pues, para equilibrarlos, mejor reconocerle a cada uno sus valores que los tendrán, seguro. A lo mejor el más lento es más colaborador. Simplemente, decidles: los dos sois de lo mejor cuando queréis, pero distintos.
4. Si descubres, por ejemplo, que uno de tus hijos, te coge dinero del bolso sin decírtelo, no te des por enterado, ni trates de cogerlo infraganti. 
- ¿Y qué se hace? 
-Yo trataría de acecharlo y cuando estuviera con el bolso en la mano, preguntarle, por ejemplo, y con toda normalidad: ¿necesitas algo? ¿Tienes que comprar algo para el cole? Yo te doy lo que necesites. Nunca hacer un drama y siempre adelantarse con una airosa salida.
5. Ante una nota del profesor informando a los padres de algo negativo: no estudia,no atiende,distrae a los demás, etc. ¿Qué hacer?
-Sin dramatizar y muy serenamente, hablar con el niño y dejarlo que se explique. Después,con cariño,expresarle vuestra confianza en que lo puede hacer mucho mejor,que se puede corregir, que le demuestre al profesor lo que vale, etc.

Nunca tratéis de corregir con castigos duros y palabras fuertes porque con eso tan solo conseguimos que la imagen que el niño tiene de sí mismo se refuerce y afiance cada vez más. Es muy importante no rebajar sino tratar de subir la autoestima.

miércoles, 16 de octubre de 2019

GRANDES ERRORES

DIARIO  CÓROBA / EDUCACIÓN
ISABEL AGÜERA

A estas alturas de años de formación del profesorado, tras infinidad de cursos, lecturas de obras pedagógicas y psicológicas, seminarios, etc, me da la impresión de que todo queda en la llamada agua de borrajas, porque siguen pasando cosas, comportamientos por parte de algunos maestros, que me sorprenden y casi paso a no creer.
Hace dos días, con el curso empezando, me pedía un padre por redes sociales que le ayudara porque no sabía qué hacer con su hijo de seis años, al que la maestra le había dado una nota para los padres en la que les decía la poca atención que prestaba el niño, lo pasivo que era, etc. ¡Qué barbaridad!
El tema de las notitas para los padres y usando como portadores a los propios niños, para empezar, me parece un tremendo error, porque las palabras tan negativas que el maestro ha escrito en ellas, jamás deberían ser conocidas por los niños que a tan corta edad comenzarán a identificarse con lo negativo que hay escrito en ellas y que, si acaso, solo deberían conocer los padres, Esos mensajes del tu eres distraído, tu no estudias, tú no sabes, etc. habría que cambiarlos por... puede mejorar, es listo, seguro que irá a mejor, etc. Así que los alumnos más despabilados, con notas donde se le define como malos alumnos y temiéndole a los padres, ni tan siquiera las entregan; las rompen.
No recuerdo en mi larga vida profesional haber hecho uso de tales notas. Si acaso, he llamado a los padres - muy pocas veces-, o he aprovechado los días y horas de tutoría y visita de los mismos.
Pero este gran error por el que los maestros que se valen de tales medios, parecen con ello descargar responsabilidades, achacables solo a los niños, me parece que, en el caso que me contaba este padre, evaluar a un niño cuando todavía, posiblemente, el maestro no sepa recordar ni su nombre, no solo es un gran error, sino un grave daño que se le hace a los niños que aún no saben nada sobre sí mismos.
A los alumnos, en general, hay que empezar por dedicar tiempo en conocerlos, hablando con ellos, mostrándoles cariño, atención, interés, confianza, motivación, etc. Nunca, poniéndoles en las manos una evaluación que nada tiene que ver con ellos sino con lo que el maestro exige y quiere.
Reflexionemos todos y caeremos en la cuenta de que hablamos de niños de variopinta personalidad y no los juzguemos a la primera, porque a la primera podemos hundirlos para siempre.



miércoles, 2 de octubre de 2019

QUÉ NECESITA UN NIÑO


Miércoles 2 de octubre de 2019
Hola, amigos: Hoy tenemos la columna de Educación y creo que es importante que no la dejemos pasar sin leer y comentar, si queréis. Recordemos la frase de Nelson Mandela: La educación es el arma más poderosa que podemos usar, si queremos cambiar el mundo.

DIARIO CÓDOBA / EDUCACIÓN
ISABEL AÜERA
¿QUÉ NECESITA UN NIÑO?
Un nuevo curso que debe estar, ¡cómo no!, abierto a la ilusión y esperanza. También yo quiero colaborar a que así sea, sencillamente dejándome llevar siempre, ante todo, por mi amor al magisterio y a los niños. De ahí que este año, quiero que ellos sean los protagonistas que brillen en esta humilde columna.
Decía mi padre, y lo he podido corroborar, que todo lo que precisa un alumno para aprender cabe en la palma de una mano. Efectivamente, hubo un tiempo en el que los alumnos, al menos los de la Escuela Pública, asistían a clase, cuando podían y con las manos en los bolsillos, si los tenían. Ni mucho menos quiero decir que esta situación sea deseable ni reivindicable. Atrás quedaron aquellas grandes penurias y habíamos, al fin, aterrizado, en tierra abonada donde era posible crecer y aprender con medios que favorecían y estimulaban tanto a profesores como alumnos.
No obstante, desde mi punto de vista, nos hemos excedido en medios complementarios como es el tema del material escolar. Grandes listas que pasan por las más variopintas obligaciones para los alumnos y que los padres aceptan sin dejar de expresar su malestar por el gasto añadido que a otras muchas necesidades se suma. En definitiva, la vuelta al cole supone un golpe a la economía casera. Muchas veces he repetido, porque así lo creo, que donde hay un maestro y un alumno, hay una escuela. Todo lo demás puede resultar miel sobre hojuelas, pero lo fundamental y necesario no consiste en tener más o menos cuadernillos, cajas, rotulares, etc. sino en entender que los niños son como vasijas que esperan, que necesitan, ante todo,  ir llenándose  con el grifo de nuestra enseñanza, educación y sobre todo con el agua fresca y limpia de nuestra verdadera vocación, capaz de sacar de la nada, competencias, motivación, alegría...  .
No los dejemos escapar con las manos vacías de lo que verdaderamente necesitan y una mochila cargada de naderías.