miércoles, 14 de junio de 2017

Inteligencias Múltiples

Hoy, en mi artículo de Educación, me refiero a un tema amplio y que en las limitaciones de espacio, tal vez no quede tan claro como desearía, porque es importante saber que además de la inteligencia matemática o lingüística, existe, por ejemplo, la espacial, corporal, musical, etc. Todas y cada una, “salvavidas”, si sabemos descubrirlas y fomentarlas.

DIARIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN
INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
De toda la vida entre padres y maestros hemos decidido, definido y catalogado a nuestros hijos y alumnos en dos grandes e inflexibles grupos: listos y torpes. Tradicionalmente se ha tomado como referente de inteligencia la capacidad para resolver problemas de física, de matemáticas, etc. Y desde esta perspectiva, la inteligencia se medía, y se sigue midiendo, a fin de conocer el coeficiente intelectual del individuo y con ello proyectar las expectativas de futuro.
No obstante, la experiencia nos ha demostrado que no siempre sucede así. Por consiguiente, no se puede tomar en tan alta consideración, y como el único elemento de diagnóstico, acerca del éxito o fracaso profesional, el coeficiente intelectual.
Las escuelas psicológicas, desde hace años, contemplan otros elementos además de los tradicionales. H. Gardner define la inteligencia como un potencial biológico capaz de ser desarrollado mejor o peor como consecuencia de factores ambientales. Expone, además, que coexisten múltiples inteligencias, lo que exige una visión más global del individuo. Desde esta perspectiva, el panorama educativo tradicional se nos desvanece. Debemos superar los clásicos prototipos y desde una visión holista -total- promover un nuevo tipo de educación que dé pautas para favorecer el desarrollo integral y global del educando, concebido como sujeto que también refleja negativas acciones.
El holismo no permite la comparación porque ésta entorpece el aprendizaje, fomenta el desinterés y destruye la autoestima. Así, aprender es un concepto bastante especial: aprender implica muchos niveles de la conciencia como el afectivo, físico, social y espiritual, rebasando por completo lo puramente cognitivo y memorístico.
Reconocer a cada persona, mediante la educación, como un ser único y valioso, significa conocer y también aceptar todas las diferencias individuales. No somos sumandos de una suma, luego a los seres humanos no se les puede ni etiquetar ni colocar el signo del igual.


jueves, 1 de junio de 2017

La lectura es la base

DIARIO CÓDOBA / EDUCACIÓN
En mis largos años de ejercicio en las aulas y tras pasar por todos los niveles y compartir vivencias con todo tipo de alumnos, he concluido en ciertos aspectos importantes en cuanto al aprendizaje se refiere. Uno de ellos, y que afecta a gran parte de alumnos con indicios de fracaso, está referido, precisamente a la lectura. Es decir, los alumnos que no comprenden lo que leen, acaban por abandonar los libros y sobre todo los libros de texto que vienen a ser auténtica tortura para su estudio. Creo que con esto no digo nada nuevo, ni desconocido por maestros y padres. No obstante ser una obviedad escasean los remedios o se eligen estrategias inadecuadas.
Recuerdo, y no es la primera vez que cito la anécdota, a un alumno que se negaba a leer ni tan siquiera un párrafo de sus libros de texto. Le propuse, y le proporcioné un libro, del que soy autora. Se lo dediqué y se lo regalé. En la contraportada del libro figuraba mi currículum y una pequeña fotografía. 
Le sorprendió muy favorablemente encontrarme en el libro como autora, pero mucho más me sorprendió a mí descubrirlo, hasta en las filas para entrar a clase, embebido en la lectura del libro.
¿Qué había ocurrido? Sencillamente: aquel libro escrito por su maestra, le despertaba por primera vez en sus once años, interés y curiosidad. Ya sé que esta estrategia no está a la mano de todos los educadores pero, en cualquier caso, habrá que buscar para cada alumno la más apropiada, y para ello contar con algunos principios básicos y elementales que hay que tener en cuenta. 
Lo esencial y elemental, conocer al alumno, en particular, y a los alumnos en general, a fin de elaborarnos las estrategias a seguir, con independencia del nivel que cursen. Si no saben leer -  pueden estar terminando bachiller, pongo por caso-, habrá que empezar por enseñarlos. Jamás dejarlos perdidos y exigirles que den lo que no tienen. porque eso lo llevará, inevitablemente, al fracaso total, antes o después.
Busquemos estrategias d motivación para todos y cada uno de nuestros alumnos.