domingo, 29 de marzo de 2015

Nueva Entrada: Creatividad y nuevas Tecnologías

Queridos amigos/as:
A poco que quiera recordarme como niña, me encuentro siempre creando y jugando. Años aquellos en los que carecíamos de todo pero los niños Inventábamos cómo divertirnos a base de crear y sacar, prácticamente, de la nada. Así me puedo ver, por ejemplo, pintarrajeando trozos  de madera  con restos de latas de pinturas usadas para  puertas, zócalos, etc. ¡Hasta con restos de barritas de pintalabios lograba  combinaciones  que, como niña,  me alucinaban!
Nunca fue capaz, tampoco me enseñaron, de lograr dibujos  figurativos, más allá de las clásicas casitas de niños. Pasaron los años, y un buen día, tropecé con un ordenador y con un programa que me instalaba mi hijo: Con esto –me dijo- puedes lograr dibujos de gran colorido y de variadas formas.
Se trataba del Photoshop. ¡Y vaya pique  el que me entró! Horas y más horas como autodidacta ante tan complejo programa! Años y más años dedicándole tiempo, pruebas, etc. Había algo irresistible que me atraía: la posibilidad de crear.
En fin, para no alargarme he creido conveniente, antes de terminar con esta primera parte de mi Museo de Creatividad, incluir algunas de mis primeras creaciones que han sido objeto de varias exposiciones: Córdoba, -Sala Tríptico, Recinto San Carlos-  y Villa del Río –Casa de la Cultura.
La segunda parte estará dedicada al Cuento desde los rimeros años, simultaneada con actividades de lenguaje para alumnos/as de primaria.
Así que si yo pude, tú puedes. Preciso: constancia e ilusión son las herramientas por excelencia. El programa no funciona solo. Los pinceles, colores, etc, no hacen milagros, pero tú creatividad, sí.

 Cartel de la Exposición en la Sala Tríptico que coordina y organiza Carmelo López de Arce. el enlace os lo recuerdo.



jueves, 26 de marzo de 2015

E, ORAL EN EL AULA

Para saber hablar es preciso saber escuchar. Plutarco.

DIARIO CÓDOBA/ EDUCACIÓN
E. ORAL EN EL AULA

Hace años logré el premio de Experiencias Santillana con una experiencia llevada a cabo en el aula con alumnos de quinto nivel. El título fue cosa de ellos: Soltemos la Lengua. Se trataba de un simulacro de televisión desde el cual  hablaban, presentaban, recitaban, entrevistaban, etc. Por mi parte el objetivo, casi  obsesión de toda la vida, lograr que los alumnos  aprendieran a hablar delante de los demás, algo que se olvida con frecuencia ya que su práctica no parece ser muy ortodoxa  cuando lo que se propicia, lo   deseable es que los alumnos estén en silencio. 
La palabra –Ana M. Matute- es lo más bello que se ha creado, es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. La palabra es lo que nos salva.  También yo lo creo así  y máxime en estos tiempos    en los que la imagen va sellando palabras, mostrándonos la rentabilidad  de mirar sin mayor esfuerzo. Hablamos, sí, decimos cosas, sí, pero  hablamos en el ruido, hablamos cuando no debemos, hablamos sin escuchar y menos  aún entender lo que se dice,  sino quién lo dice. Así llegamos a la mayoría de edad sin saber hablar o mejor dicho, sin ser capaces de pronunciar dos palabras delante de un exiguo grupo de   personas y resulta, o al menos a mí me lo parece, lamentable el espectáculo de un evento dónde el protagonista, incluso para  pronunciar dos palabras, tiene que sacar un papel y leer, pero ni eso es suficiente porque hay que saber dar entonación, hacer pausas, mirar al público, levantar la voz, etc. 
La palabra expresa el pensamiento y el sentimiento de  los seres humanos. De hecho, la palabra nos hace diferentes del resto de los seres que habitamos el planeta. 
Enseñemos a nuestros alumnos a hablar porque hoy  más que nunca esta competencia es imprescindible para desarrollarse en cualquier campo laboral y social. Por eso una vez más reivindico  el valor de la palabra hablada.   

miércoles, 11 de marzo de 2015

Juegos del atardecer

DIARIO CÓRDOBA/EDUCACIÓN
11/3/2015

De vuelta de un largo viaje me detuve en la cafetería de un pueblecito al anochecer. Hacía calor. El pueblo -dos calles- estaba solo como si el halo que envuelve los arreboles del cielo hubiese paralizado a los habitantes de aquel lugar privilegiado.
Algunos ancianos, sentados en las mecedoras de siempre, sumidos en el sopor de la hora, parecían espectros de otros tiempos. Me tomé el café y respiré hondo. De pronto, me asaltó una interrogante: ¿acaso no había niños en aquel pueblo? Mi curiosidad me llevó hasta sonsacar la tranquilidad de un buen hombre de los de la puerta en mecedora.
Pocos chavales, ¿no? -le pregunté- ¿Pocos..? Aquí, en la casa, siete, y en el pueblo... ¡hay nenes para rabiar! -me contestó, con gangosas palabras-. Lo que tiene es que están enjotaos con la leche esa de la televisión y los juegos esos, como se llamen, y como hoy día las criaturas no se privan de nada-
Sentada en el rebatillo tomaba nota de cuánto iba diciendo. Me quedé preocupada y reflexiva: en mi infancia, al atardecer, las calles era eclosión de niños jugando, pero hoy los niños no juegan y no es solo cuestión de aparatos sino también de tareas, de clases particulares, deportes, etc. Creo que una buena gestión de padres sería precisa para equilibrar esta necesaria balanza, pero también los maestros tendríamos que promover el valor del juego que socializa, que es comunicación y salvavidas de tantos y tantos rigores a los que, entre todos, sometemos a los niños y por supuesto sin dejar de estimular y valorar el progreso entendido en su justo término, así como los beneficios que de él se pueden lograr.
"Cuando, en el crepúsculo del pueblo, Platero y yo entramos, por la oscuridad morada, los niños pobres juegan a asustarse, fingiéndose mendigos. Uno se echa un saco a la cabeza, otro dice que no ve, otro se hace el cojo...".




sábado, 7 de marzo de 2015

Museo de Creatividad.

Queridos amigos y amigas: por fin he terminado la primera parte de mi nueva página titulada Museo de Creatividad. Se trata de una exposición de estrategias creativas, sacadas todas de mis obras publicadas y con el único objetivo de promover la creatividad.
Todos somos creativos pero no lo sabemos porque nadie se ocupó de ayudarnos a desarrollar esta importante facultad. En mi página trataré de todas las áreas, si bien he comenzado por dibujo al creer que es más ilustrativo y hasta divertido, pero hay una razón mucho más importante: han sido muchos los alumnos salvados del total fracaso por valorarlos y estimularlos en esta materia considerada siempre como lo menos o nada necesaria e importante.
Hoy día, con las Nuevas Tecnologías el dibujo y la creatividad son dos importantes valores a considerar en las numerosas nuevas profesiones: diseñadores gráficos, infógrafos, maquetadores,creativos, etc. etc. De ahí  mi inquietud e interés, que no es nuevo, pero que  hoy es imprescindible: trabajar la creatividad. Espero os guste. Seguiré con Lenguaje: cuentos, poesías, etc.

viernes, 6 de marzo de 2015

martes, 3 de marzo de 2015

El precio de las tildes

DIARIO CÓRDOBA / OPINIÓN
 03/03/2015
Por gentileza de un amigo recibí hace días el titular de un periódico que decía: "La Junta pide a los docentes quitar las tildes de los SMS para ahorrar". Y a continuación aclaraba: la medida pretende reducir el gasto para las familias de los mensajes con datos, etc.
¡Bueno, bueno! Si con estos ojitos no lo leo, no lo creo. Y la primera pregunta que me asaltó es más que evidente: ¿pero acaso se saben usar las tildes correctamente, incluso en textos literarios? ¡El trabajito que cuesta que los chavales aprendan a ponerlas, al menos en las palabras agudas! ¡Menuda guerra la de los dichosos acentos! Por lo visto, claro está, cuestan un dinerito ponerlas en un mensaje del móvil donde los jóvenes abrevian tanto que ni un jeroglífico tiene que ver y dónde la ortografía, el vocabulario, etc. son auténticas patadas al diccionario.
Yo no sé lo que puede costar una humilde tilde colocada en un mensaje, pero sí sé lo que cuesta un móvil, una tableta, la equipación de un determinada selección de fútbol, etc. Nos sobra mucho de todo. Vivimos inmersos en el tremendo agobio de no encontrar un espacio, por pequeño que sea, vacío. Nuestras vidas, nuestras casas, nuestro mundo han perdido todo tipo de belleza, humanidad, alegría... Por el deseo consumista de tener mucho de todo. Ahorrar, simplificar, reducir gastos nada tiene que ver con la ortografía tan necesaria en la vida para que los demás nos comprendan.
¡Ojala todo quedara reducido a tilde más, tilde menos! Un poco de sensatez a todos y cuidemos al máximo la belleza y colorido de nuestro lenguaje tan maltratado y cada vez más invadido por extranjerismos que circulan sin ningún pudor. ¿Cuánto costarán los novedosos selfies ?
Un trabajito hasta descubrir que se trataba de un autorretrato nuestro y de toda la vida.