Queridos amigos: ¡Ea, ya pasaron las fiestas y volvemos al
“cole” . Por eso hoy volvemos a nuestros niños con dos relatos muy breves de mi obra Bolitas de Anís,
editada por Desclée.
………………………………….
Maestra, tengo sueño -dijo una tarde una alumna de ocho años-.
Échate en la mesa y duérmete un rato -le contesté-. ¿Y me pondrá un cero? No,
no te pondré ningún cero; duérmete tranquila.
Al día siguiente, un grupo de alumnos y alumnas dijeron: maestra,
tenemos sueño. Podéis dormiros -les dije-, pero entre tanto, nos iremos los
demás al recreo. Pues, ¡yo ya no tengo sueño! -exclamó uno- ¡Ni yo! ¡Ni yo!
-exclamaron todos.
Yo me sentí satisfecha de mi estrategia y escribí:
Un
maestro/a es un hombre o mujer que se dilata, pero que jamás se derrite ………………………………….
Yo me alejé triste y en silencio, pero desde entonces
me ando preguntando: ¿qué circunstancia tendrán que soportar, qué hora esperar
para que los alumnos/as de esas clases puedan respirar? Porque la creatividad
no es un espacio, ni un tiempo, ni una actividad. La creatividad es un “clima” en
el que se respira, favorece y hace crecer a todas las “especies”.