domingo, 23 de diciembre de 2012

Mis "jamases" pedagógicos



Queridos compañeros: La palabra maestro/a me ha parecido siempre muy grande para mí. No obstante, hoy, cuando el mundo celebra una Navidad lejana, sin apenas caer en la cuenta de su significado, de su verdad, repetida hoy, cada día en nuestros pueblos y ciudades, mis alumnos/as de todos  mis años de presencia en las aulas, dispersos por tantos y tantos lugares y en tan variopintos trabajos, acuden a mi memoria: sí, los siento junto a mí en la madrugada fría de este veinticuatro de diciembre del 2012.
Y su presencia me lleva a recordar mis posibles errores, pero también  aquellos jamases que fueron una constante en mi vida.
Son mi mejor confesión para estas Navidades, para este año que termina y son mi deseo de llegar de nuevo a ellos por si en algún momento les sirve de algo saber cuánto me importaron, me siguen importando, porque...
- Jamás me presenté ante los alumnos sin una “cartera” rebosante de ilusiones.

- Jamás fui a la escuela con el propósito prioritario de enseñar, fui ante todo con el propósito firme de investigar y aprender.

- Jamás puse fin a mi tarea educativa al finalizar el horario escolar. Muy al contrario, mis alumnos, sus problemas, sus vidas… venían conmigo, me acompañaban a lo largo y ancho de los días.

- Jamás me he propuesto ganar disputas con los alumnos/as. He intentado, eso sí, ayudar a resolverlas.

- Jamás me he sentido ajena a conflictos que tuvieran que ver con la infancia, adolescencia o juventud.

- Jamás he tratado de ser fotocopia de nada ni de nadie. Jamás propugné que lo fueran mis alumnos/as.

- Jamás me consideré portadora de verdades absolutas; siempre traté, con mis alumnos/as de compartirlas, discutirlas, descubrirlas...

- Jamás he dejado que un alumno/a se alejara de mí triste o decepcionado.

- Jamás, y es mi confesión incuestionable, en ningún momento, en ningún lugar, en ninguna circunstancia, he dejado de buscar estrategias, recursos, métodos… para promover valores, para facilitar y motivar el aprendizaje, para buscar el camino de ir a mis alumnos/as sin esperar que ellos fueran a mí.

- Jamás he dejado que un alumno/a fracase, convencida de que no fracasan ellos sino sus maestros/as.

- Jamás le he negado a los alumnos/as la posibilidad de rectificar, evitando así desenmascararlos. Si no había excusa, la inventaba.

- Jamás he tachado de “malo” a un alumno/a. He tenido siempre el convencimiento de que, tras un aparente alumno/a “malo” había un ser humano destruido, apenas nacer. Renacerlo de nuevo, la principal tarea de un maestro/a.

Felices días y feliz vida, alumnos/as, compañeros y compañeras, sin que para ello tengamos que esperar grandes  acontecimientos. En esos ojos  de pequeños que nos buscan y a veces, no  nos encuetran, puede residir el secreto de nuestra felicidad presente y, sobre todo, futura.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Felicitación

Un mundo mejor en el que nuestros niños y niñas sean felices es mi mayor deseo en estas fiestas.
Un fuerte abrazo para todos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

De grandes y chicos

EDUCACIÓN/ DIARIO CÓRDOBA
 19/12/2012

"PECAR Y COMERNOS AL PEZ CHICO,
ES LO FÁCIL PERO TAMBIÉN LO MÁS INJUSTO"


En una ocasión llevé una pequeña pecera al aula. Se trataba de un curso de tercer nivel. Por turnos, se encargaban de ella grupos de tres o cuatro niños. Un día, una pequeña alarmada exclamó: ¡maestra, uno de los peces chicos no está! ¿Qué le habrá pasado? Sin darle mayor importancia contesté: se lo habrá comido uno de los grandes.
Se quedó unos instantes pensativa. Después preguntó: si el pez grande se come al pez chico, el último de la fila, ¿a quién se come? A la ligera improvisé una contestación: Pues, los chicos se comerán unos a otros. ¡Ah! -exclamó de nuevo-. Y añadió: ¿Y por qué los grandes no se comen también a los grandes? Comerse a los chicos es de cobardes. ¡Los pobres chicos estarán siempre asustados!
La verdad es que en aquel momento me quedé en silencio pensando en darle mejor respuesta, pero me repetía una y otra vez: los niños no saben razones de "grandes" ni de "chicos", pero, eso sí, saben mucho de justicia.
Y esto no es un cuento inventado al hilo de la actualidad.
En mi obra Bolitas de Anís, editada por Descleé hace años, cuento esta y otras muchas anécdotas vividas y reflexionadas en la que los alumnos/as han resultado ser maestros de grandes y razonables verdades, muchas de las cuales a los adultos nos pueden resultar complejas.
¿Por qué el pez grande no deja en paz al chico? Pregunta que a lo largo de estos años ha sido una constante que me he repetido en cientos de ocasiones.
Y es que se da la paradoja, a veces, de repetir la historia de mi pecera a todos los niveles.
Nunca, pero menos hoy, la distancia entre mayores y pequeños puede ser tal que anulemos con nuestros convencimientos, con nuestras verdades, con nuestras imposiciones, las opiniones de los más "pequeños", de los alumnos/as, en este caso, que pasaron de ser receptivos, sumisos y silenciosos a  ser "informados" desafiantes "pececillos" libres, capaces de "devorarnos", si nos descuidamos.
Sería, yo así, al menos lo creo,  lo justo.







martes, 4 de diciembre de 2012

¡TÚ SÍ QUE VALES!

EDUCACIÓN/DIARIO CÓRDOBA
05/12/2012

En un quinto curso de la pasada EGB, me llegó un alumno tan desmotivado que no encontraba estrategias, por más que lo intentaba, para lograr, al menos, un mínimo de interés por algo.

Un día, en hora de plásticas, dibujó un barco. ¡Vaya! -exclamé-. ¡Qué bien, qué bien está; te voy a poner un diez, y como sigas así, que tú puedes, vas a aprobar todo! La felicidad le salía a flor de piel y por los cinco sentidos. Mirándome y mirando el dibujo, exclamó: ¡Mi madre no se lo va a creer! El otro maestro me suspendía siempre. Decía que yo era vago, desobediente y que no servía ni para poner la mesa.

Pasaron días y, tras la euforia del diez, volvió a un perezoso total para todo. Decididamente, tenía que hablar con la madre.
A la hora de visita se presentó con el niño de la mano. Antes de que me diera tiempo a pronunciar una palabra, exclamó: Que dice mi Paco que me quiere felicitar por el diez que le puso. ¡Ya era hora de que me llevara una buena nota!

¡Bueno, bueno! ¡Ni me acordaba del diez! Así que, sin más, tuve que remitirme a él: Pues sí, es bueno y trabajador pero tiene que mejorar porque puede y lo demostró con el dibujo,etc.
Y aprobó el curso y sé que hizo una buena carrera.

Es muy frecuente que, al tratar de corregir, calificar o evaluar alumnos, usemos la técnica que denomina Thomas Gordon "mensajes del tú", -eres un desastre, no vales, etc.- porque lo único que se logra con estos mensajes es afianzar la imagen negativa que de sí mismo tiene el alumno.

Por el contrario, estimularía, provocaría el diálogo, si dijese: Esto lo puedes superar; tú eres bueno y lo demostrarás con un poco de esfuerzo, etc., "mensajes del yo". El ejemplo fue lo que sucedió con mi alumno Paco, al que valoré, aún sin conocer entonces esta teoría.

¡Como nos crecemos todos cuando alguien nos dice qué bueno eres en esto o en lo otro y qué bien lo haces! ¡Tantos   y tantos ejemplos del salvador recurso! 





martes, 20 de noviembre de 2012

Lo más importante para los niños/as

DIARIO CÓRDOBA/EDUCACIÓN
  21/11/2012


¡Qué precioso dibujo el de mi nieta!
 A sus cuatro añitos me ve como una bella flor en una maceta.
¡Que importante y necesario es que los pequeños
vean en los mayores amor, belleza, interés, serenidad... !
Almohada, en definitiva, donde dormir sus mejores sueños.


En una ocasión me preguntó un niño: Maestra, ¿qué es lo más importante para ti? Sin pensarlo, y porque era verdad, le contesté: Ahora, y aquí, lo más importante eres tú; fuera de aquí, sigues siendo importante pero hay más cosas, ¿y para ti qué es lo más importante? Sin dudarlo, exclamo: ¡Tú, tú eres lo más importante aquí y fuera de aquí!
Conmovida por tan generosa y tierna respuesta, y con gran curiosidad, volví a preguntarle: ¿Y por qué soy yo tan importante para ti? ¡Ea! --exclamó de nuevo--. Porque me juegas y me enseñas.
Jamás las palabras de los niños han caído, para mí, en saco roto, sino que, por el contrario, me han servido, sobre todo, para aprender. Pero el saber qué y por qué era lo más importante para aquel niño, y posiblemente para otros muchos,  me llevó a reflexionar acerca de cómo a veces asistimos a clase casi por rutina, porque es nuestra forma de ganar un sueldo, etc. Y seguro que nuestras preocupaciones, que sin duda las tenemos todos, nos llevan a un estado de inercia tal que las horas de clase se traducen en horas de mirar el reloj y soportar a los alumnos que, prácticamente, se nos tornan casi invisibles en lo que a sus sentimientos, preocupaciones, que también las tienen, e incluso depresiones, se refiere.
No obstante, basta mirarles detenidamente a los ojos para ver y entender cómo en ellos chispean los sueños y cómo bastaría un poco de atención y amor para ganar por completo su corazón, para convertirnos en lo más importante de sus vidas.
Me juegas y me enseñas --decía el pequeño--. ¡Qué gran responsabilidad! Y sí, la lúdica pedagógica ha sido siempre mi principio metodológico por excelencia. Jugar, crear, aprender...  Etiquetas que deberían enarbolarse en la mente de todos los maestros, porque seguro inundarán las mentes de todos los alumnos.

Un niño/a --escribí-- es un sueño. Un maestro/a, la almohada donde conciliarlo.









domingo, 11 de noviembre de 2012

Siluetas, estrategia creativa

Todavía, sin actividad presencial en las aulas, me sorprendo ilusionada con cualquier material que encuentre –casi siempre de deshecho- por la variedad de aplicaciones que me sugiere.

Lo último, que explicaré más adelante, fue una sencilla piedra con la que tropecé en mi paseo diario al jardín. Al cogerla para apartarla del camino me di cuenta de que parecía la cara de un perro.
Llevé la piedra a la escuela y cada niño/a veía algo disitnto y siempre soprendente. No me extrañó porque  jamás he ignorado la capacidad creativa de los  seres humanos y, sobre todo, si desde pequeños se le fomenta de una manera placentera y gratificante.
 Así, se me ocurrió la idea de siluetar cualquier cosa, fotocopiarla y repartírsela a los  a fin de que añadiendo los trazos que quisieran lograran una creación nueva por sencilla que fuera.
Muchos de ellos, alejándose las fotocopias, crearon, con la silueta de sus manos,  y dedos, toda unna bella  e interesante colección de dibujos creativos.
Otros, llevaron objetos planos, como destapabotellas, tijeras, llaves, etc, e hicieron  trabajos algunos de los cuales  muestro a continuación.

Mi mano es una mariposa

Mi mano se  quiere comer a estos gusanos.

Mi mano es un gallo qu epelea con un caimán.

Mi mano es un ramo de flores

Mi mano es un nido

Mi destapabotellas yllaves  son un roquero

Mis tijeras son una flor

Mi destapabotellas es un monigote

Creo que es suficiente para entender la estrategia. En otra entrada, mostraré las mejoras posibles con técnicas digitales.
Y creo que no hace falta explicación alguna más.
Es sencillo, divertido, formativo -se pueden derivar otro tipo de competencias- y sobre todo, creativo.

martes, 6 de noviembre de 2012

Los niños ante la muerte

EDUCACIÓN/DIARIO CÓRDOBA

Mentir a un niño equivale a cerrar
la puerta de todas las verdades.

Un niño de siete años llegó una mañana a clase con los ojos rojos de haber llorado. Mi abuelo se ha muerto --me dijo--, y dice mi madre que se ha dormido, pero yo lo que sé es que el cura se lo ha llevado al cementerio. Tratando de consolarlo, le dije: Es que en el cementerio se guardan todos los abuelitos dormidos... Muy resuelto, y yo diría que indignado, el pequeño exclamó: En el cementerio se guardan los muertos, y si mi abuelo está dormido, mejor que mi madre lo guarde en mi casa.
Avergonzada por mi torpeza reflexioné y me dije: Decirle la verdad es siempre el mejor remedio que podemos ofrecer a un niño. Una tontería para salir del paso puede resultar una mentira capaz de borrar todas las verdades que le queden por aprender en la vida.
Solo han pasado unas fechas del Día de los Difuntos y me parece, por tanto, recurrente el tema de la muerte, que en mucho sigue siendo tabú para la gran mayoría de padres y maestros. Por lo general, hasta los cinco años, los pequeños creen que la muerte no es algo definitivo e irreparable, sino que lo entienden como algo provisional y reversible. Entre los 6 y 8 años, los niños comienzan a desarrollar un entendimiento más realista sobre la naturaleza y consecuencias de la muerte.
Y no podemos evitarlo por mucho que queramos inventar mágicas historias que los alejen de la realidad: Si mi abuela está en el cielo --me decía otra pequeña--, ¿por qué no cae, cuando llueve? Tratar de protegerlos con explicaciones vagas o inexactas puede crearle ansiedad, confusión y desconfianza.
Yo creo que, cuanto antes, debemos educarlos en una aceptación serena de la realidad que es la vida y la muerte como proceso natural en todos los seres vivos.
Las explicaciones como "se fue al cielo" ó "está dormido" crean grandes interrogantes sin respuesta. Abrir, sin miedo, la puerta de la verdad debe ser lo primero siempre y en todo.





miércoles, 31 de octubre de 2012

¿A qué huele una escuela?


La creatividad genera, con muy poco, felicidad.


No sé por qué razón, hoy he sentido una especie de nostalgia al recordar, como cada día lo hago a la hora de abrirse las aulas, mis días de maestra presencial en tantos pueblos y Centros.
Días, horas que viven en mí con un rescoldo que me sostiene en ilusión y amor por todo lo relacionado con el magisterio.
Días y horas que me dejaron  una suave fragancia  que me sigue  impregnando como si hasta el  característico olor a tiza, lápices, cuadernos, vida... que emanan las aulas,  me llegara cada mañana en bocanadas de responsabilidad, ternura, inquietud, creatividad.... ¡Qué sé yo!
La escuela me sigue latiendo por los pulsos y aquí en mi solitario bosque de felicidad, paz, amor... escribo y me recreo con  todo lo que va pasando por mi mente en estos tiempos nuevos, díficiles, sí, como todos, pero con tantas posibilidades...
En fin, que hoy escribo para este blog,  sintiendo, queriendo al magisterio, pensando todo lo que conlleva de grandeza y pequeñez a un tiempo, ser maestro/a

- Ser maestro/a  de escuela es ser capaz de sostener en vilo, y sin que decaigan un ápice, las alegrías, las motivaciones, los intereses, los sueños de los alumnos.


- Jamás un maestro/a  debe consentir que un alumno se aleje de su lado, aunque sólo sea por unos instantes, humillado, triste, fracasado...


- Los alumnos no son sumandos de una suma. Luego jamás debe colocárseles el signo del igual.


- Todos los alumnos/as tienen grandes valores. Si no son apreciables a primera vista, habrá que buscarlos; jamás ignorarlos.


- Cada alumno/a tiene su propia cumbre. Ayudémosle a lograr la cima. De lo contrario lo estaremos condenando a una escalada perpetua de fracasos, cuyas gradas, peldaño a peldaño, llevará grabado nuestro nombre.


- Un maestro/a sin amor, es un pozo sin agua. Por mucho que intente sacar de él, los alumnos quedarán sedientos.


- Un maestro /a no es el hombre o mujer que lo sabe todo y lo da a todos. Un maestro/a  es el ser humano que, con humildad, sabe dar y recibir.


- Un maestro /a es un hombre o una mujer capaz de preparar la ilusión de cada día, antes que la lección de cada día.  

- Ser maestro, maestra no es el trabajo de impartir diariamente unas clases. Ser maestro o maestra es, tener capacidad para generar felicidad.


- Ser maestro/a   no es dar clases  a grupos de alumnos/as, sino aceptarlos como el germen de un hermoso proyecto en el que hay lugar para todos y el que  nos va el mañana,


No hay tiempos buenos ni malos; sólo distintos. Olvidar patrones y confeccionar una escuela nueva cada día. He ahí el secreto.


Nuestros alumnos/as están tristes, deprimidos, hastiados, cargados de problemas... Y esto no lo digo yo; lo dicen ellos con sus palabras, sus gestos, sus rechazos, sus rebeldías  y hasta sus ocultas depresiones


Conocer qué pasa en el alma  de nuestros alumnos, es primordial. Ignorarlo es el mayor error que podemos cometer.

 .... Y seguiré porque nada hay más trascendente y maravilloso que ser maestro/a.

¿A que huele una escuela? Dímelo tú, maestro/a.

martes, 23 de octubre de 2012

Enseñar es otra cosa

EDUCACIÓN/ DIARIO CÓRDOBA
24/10/2012

Que los alumnos/as descubran lo maravilosos que son


Al tomar posesión de mi primera escuela, las alumnas me esperaban con impaciencia. Al verme llegar, se apresuraron:
-Maestra, Elena es mala, y la otra maestra la tenía apuntada en la lista del cuaderno y su padre le pega porque no quiere venir a la escuela.
La pequeña, allí presente, guardó silencio.
-¿Y por qué eres tan mala? -le pregunté.
Encogiéndose de hombros, contestó:
-Una servidora no lo sabe. A lo mejor es porque no me gusta hacer tareas, copiados y esas cosas.
Resulta que, de toda la vida, entre padres y maestros hemos decidido, y definido y catalogado a nuestros hijos y alumnos en dos grandes e inflexibles grupos: buenos y malos. Los buenos tienen cara, los conocemos y hasta los intuimos con sólo una ojeada: estudiosos, silenciosos, disciplinados, complacientes, etc. Los malos, nerviosos, habladores, rebeldes, que pasan olímpicamente de libros, tareas, maestros y hasta de padres.
Y  para más inri son los que más abundan, y sobre todo, los que más se notan, de forma que, con frecuencia, nos referimos a ellos en estos términos numéricos:
-Tengo tantos o cuantos malos.
No sé qué siento cuándo oigo estas cosas, pero algo muy íntimo se me rebela porque, entre otras cuestiones, siempre me ha parecido un horror la cantidad de cosas que un niño tiene que copiar cada día.
Por otra parte, inmovilidad, silencio, sueño, calor, frío, tareas de clase, tareas de casa.
Se nos olvida que son niños y, si bien algunos son tan sumisos que callan y aguantan, lo normal es no soportar esta pedagogía que sigue en vigor por muchos cambios y muchos planes dictados desde todas las jerarquías, y que logran que los alumnos perciban la escuela como un auténtico suplicio.
Así fracasamos padres y maestros; no los alumnos.
Tendrá que llegar el día, a veces ya lo dudo, que de verdad se erradique de la enseñanza tareas, copiados, coloreados...

Enseñar no es etiquetar alumnos. Enseñar, entre otras cosas, es hacerles entender lo maravillosos que son, lo felices que pueden ser


¡Claro que para eso hay que ser, sencillamente, maravilloso y feliz!

sábado, 20 de octubre de 2012

San Rafael. Monumentos

Muchas veces he sido tutora de alumnos/as que, llegado a determinado nivel, abandonaban las aulas. Casi obligatoriamente me veía convertida en promotora, cuerpo y alma, de un viaje de fin de estudios que, promoción tras promoción, resultaba polémico: ¿Dónde ir?

Mis propuestas siempre conllevaban una intencionalidad cultural, simultaneada, como era normal, con diversión, ocio, etc. Pero los alumnos, intuyendo, o más bien desechando sin reparos todo tipo de programas culturales, se manifestaban en la línea de que les aburría visitar museos y monumentos. Era evidente: preferían la playa, la discoteca, el trasnochar, el sentirse libres de todo aquello que pudiera recordarle libros y aulas.

Y, desgraciadamente, aquella historia se sigue repitiendo: “No queremos ver “paredes” -oí decir a una alumna hace poco-. Efectivamente, los adultos no hemos sido educados para valorar las maravillas que pueden ser unas “piedras”, cuando en ellas puede leerse la fe, las costumbres, los valores, el arte, el alma, la historia de otros pueblos, de otras gentes. De ahí que no podamos transmitir entusiasmo, curiosidad, motivación ni tan siquiera por aquellos monumentos que son patrimonio de nuestras propias ciudades, que son huellas vivas del pasado y que están ahí, al paso diario de nuestro cotidiano vivir, ignorados, anónimos y, en muchos casos, medio derruidos.

Me estoy refiriendo, en este caso, a los  Triunfos, monumentos eminentemente cordobeses, dedicados al Arcángel San Rafael cuya onomástica, un año más, celebramos. Es obvio que esta falta de interés y desconocimiento es claro exponente de incultura.

Pero, desde mi punto de vista, injustificable para cualquier maestro o padre el que sus alumnos, hijos no conozcan en Córdoba, en sus respectivas ciudades, al menos, los monumentos, las estatuas y en el caso de nuestra fiesta, los monumentos denominados TRIUNFOS que son tan abundantes y visibles que casi habría que cerrar los ojos para no verlos. Sinceramente creo que el arte debería ser asignatura obligatoria porque en esa dimensión nos crecemos y ennoblecemos. De ahí que…

Si en la cima de la más alta montaña, o en la más feroz corriente de una cascada, puedo descubrir la huella del hombre,
debería exclamar:
¡Aquí, aquí habría que levantar un monumento!


Por eso, creyentes o no, cordobeses o venezolanos, pongo por caso,  eduquemos en el amor  al arte, manifiesto en estatuas, monmentos, etc. de nuestros pueblos y ciudades.
Para los cordobeses, unas viñetas que  pueden ilustar los alumnos7as con textos y coloreado. Son trabajo de un alumno.


 

 

 



De cara a fomenatr la creatividad, se les pueden sygerir numerosas actividades: Por ejemplo, las siguientes.

a) Con estas u otras viñetas, hacer un cómic. Ejemplo:




b) Diseñad monumentos. Por ejemplo:



c) Se puede escenificar. Si hay alguien interesado en el sencillo guión, se lo puedo facilitar.

Para no extenderme, lo dejo aquí pero  pueden hacer poesías, inventar nuevas historias, etc. etc.
                                                      

martes, 16 de octubre de 2012

¡Qué muchachos!

OPINIÓN/ DIARIO CÓRDOBA
ISABEL Agüera 16/10/2012



 
El ring, ring de mi móvil me pone al habla con mi nieto de diecisoete años y un par de amigos: Abuela -me dice-, ¿me das permiso para que tres amigos y yo pasemos una semana en el apartamento de la playa? Sí, claro -contesto-, pero... Antes de que termine, la voz de mi nieto y la de sus amigos expectantes, me interrumpen: Vamos a cuidar de todo, y vamos a limpiar...
Transcurrida la semana regresan. ¿Habéis gastado mucho? -les pregunto-. Veinte euros cada uno. ¡Sí, sí en la semana y hemos comido bien: macarrones, lentejas, arroz, pescado.
¡Bueno, bueno qué muchachos! Cuesta trabajo creerlos, pero las mamás de los respectivos lo confirman. ¡Vaya! ¡Como que han traído el dinero de vuelta!
Hay una frase muy conocida que refiriéndose a la adolescencia dice: En esta edad se es héroe o villano a diario. No obstante es más que notable cómo se nos olvida la simultaneidad de los términos y nos solemos quedar con el de villano, sinónimo de maleducado, irresponsable y hasta grosero. Se nos olvida, o queremos ignorar, el grado de heroicidad que son capaces de practicar en cualquier momento sin reparar en consecuencias sobre todo cuando se deposita en ellos confianza.
Pocas veces nos referimos a estas edades con optimismo, sino más como una generación de vagos, irrespetuosos, rebeldes y, llegado el caso, absurdos camorristas de manifestaciones.
Excepciones aparte, la juventud no deja de ser savia nueva que se iza con energía. Me dio pena leer, por casualidad, el cúrriculum, que como trabajo de clase, hacía un chico de catorce años: cinco idiomas, tres carreras, un montón de premios, etc.
¡Claro que tienen aspiraciones de futuro!, pero las cegamos con nuestros pesimismos de mayores.
¡Ah! El apartamento quedó como los chorros del oro.
Es la fiebre de la juventud la que mantiene el mundo y la temperatura normal. Georges.



* Maestra y escritora





martes, 9 de octubre de 2012

Reyes y mamás

EDUCACIÓON/ DIARIO CÓRDONBA
 ISABEL AGÜ ERA 10/10/2012



Cierto día, y por sugerencia mía, los alumnos se dibujaban a sí mismos. Un pequeño se dibujó rodeado por un círculo. ¿Qué significa este círculo? --le pregunté--. Eso no es un círculo --me contestó-- ¿No ves que es una corona? Otro alumno se dibujó en lo alto de un pódium: ¿No ves que soy un campeón? --exclamó--. Una pequeña se dibujó con una muñeca entre los brazos. Es que soy una mamá --me dijo--. Sinceramente, algo se reveló en mí.
Largos años ya tratando de educar en igualdad y aquellas confesiones de los pequeños evidenciaban los pocos logros alcanzados, pero, ¿dónde radicaba el fallo? Mi reflexión pronto tuvo respuesta: una madre, que esperaba a la salida a su hijo e hija, exclamó dirigiéndose a ellos: ¿Dónde está mi rey? ¿Y mi niña?
Ni mucho menos voy a responsabilizar solo a la familia. Creo que somos todos los que seguimos, de una manera o de otra, discriminando por razones de sexo, si bien a veces son pequeñas cosas que nos pueden pasar desapercibidas, pero que socialmente nos impulsan en determinadas direcciones.
¿No es verdad que nos resistiríamos a que nuestras hijas asistieran a entrenar fútbol, y no a clase de ballet, pongo por caso? ¿No es cierto que muchos maestros y maestras, inconscientemente digamos, asumimos que los varones son más desordenados, más de dar patadas, más de peores comportamientos, etc.?
Muchas veces he repetido que jamás, en nada, pero sobre todo en educación, existen leyes generales, porque jamás un alumno/a más otro van a sumar dos, luego ni todos los varones son de patadas ni todas las niñas de muñecas y tiernas palabras.
De ahí que, primando siempre la individualización, nuestra mente y nuestros comportamientos deben asumir que no está todo en el lenguaje: o/a, sino en dar prioridad a la igualdad de gustos, oportunidades y, por descontado, de educación.





sábado, 6 de octubre de 2012

. Experiencia: Mi personaje favorito

Queridos compañero/as: En mi obra Creatividad y Lenguaje detallo una bonita y sugerente experiencia llevada a cabo en el aula. Voy a intentar, si bien de la forma más resumida que pueda, darla a conocer en este Blog porque son muchos los maestros y maestras que me han comentado cómo  les ha servido, ya que engloba  todo tipo de competencias.
Se trata sencillamente de sugerirles que dibujen, para empezar, un personaje que se inventen y que responda al tipo de  niños/as que a ellos les gustaría, por ejemplo, tener de amigo/a.

Una vez dibujado deben, aunque sea de forma breve, describirlo.
Os pongo el ejemplo del trabajo de una niña en este primer paso, tal y cómo
lo hizo:

DIBUJO A MI PERSONAJE
Dibujo y describo a mi personaje favorito

A partir de este primer paso, las sugerencias pueden ser lo más variopintas. Como son  muy numerosas y variadas, iré insertando trabajos porque creo que es la mejor forma de entender sin necesidad de  largas explicaciones.
Al principio, siempre les he sugerido alguna cosilla pero la mayoría de las actividades han sido propuestas de ellos y os aseguro que me sería imposible reproducirlas  ni tan siquiera en una aproximación.
Sigo con algunas:

DEDICO UNA POESÍA A MI PERSONAJE
Poesía a mi personaje

PEGATINAS DE MI PERSONAJE

Pegatinas de mi personaje

(Continuará...)

lunes, 1 de octubre de 2012

Magister dixit

OPNIÓN/DIARIO CÓRDOBA
ISABEL AGÜERA
  02/10/2012


¿Saben aquel que dice magister dixit ? Bueno, estén puestos en latín o no --yo no lo estoy-- por mi cabeza lleva tiempo rondando este post a raíz de que una destacada personalidad me decía un día al teléfono: "No permitas que te tilden de maestra a secas. Tú, además de escritora, eres profesora".
Y no es un chiste, aunque me hizo tanta gracia que me incitó a curiosear sobre la palabra maestro, si bien a mí me ha parecido siempre demasiado grande para ostentarla mi persona.
Y en mi diccionario etimológico de casi doscientos años me encuentro lo siguiente: "El término maestro deriva de magister y este, a su vez, del adjetivo magis que significa más o más que. El magister --continúa-- lo podríamos definir como el que destaca o está por encima del resto por sus conocimientos y habilidades".
¡Madre mía, qué descubrimiento! Pero hay más, porque rebuscando en tan venerable diccionario, y posiblemente guiada por el inconsciente tan saturado en estos tiempos de términos políticos, y siguiendo con la 'M' doy con la terminología de la palabra ministro y, ¡vaya sorpresa! Ministro deriva de minister y este, a su vez, del adjetivo minus , que significa "menos o menos que". El minister era el sirviente o el subordinado que apenas tenía habilidades o conocimientos. Y concluye mi docto y vetusto diccionario diciendo que ministro puede ser cualquiera, pero no maestro.
¿Qué les parece? ¿Lo sabían? ¡Ea, pues hay quien se busca un recambio como el de profesor o un subtítulo como asesor, escritor o qué sé yo! Claro que esto dice mucho de arrogancia y poco entendimiento de aquellos a quienes el título de magister se les queda chico y a lo mejor es que venían para ministros y se lo están perdiendo.
Magister dixit . El maestro dijo y- ¡A callar toca!
¡Qué viejito, mi diccionario! Porque hoy por hoy lo que mola es: Dixit, minister . ¡Qué boca más chica hay que poner!



martes, 25 de septiembre de 2012

Alumnos/as savajes

EDUCACIÓN/ DIARIO CÓRDOBA
  26/09/2012



Explicaba en clase la diferencia entre animales domésticos y animales salvajes. Tal vez, ingenuamente, yo insistía en la cuestión más elemental: Los animales salvajes -les decía- no pueden vivir en cautividad, entre otras razones porque son peligrosos. Por eso, no se pueden tener en las casas.
De pronto, un niño levantó la mano y dijo: Entonces, maestra, yo también soy un animal salvaje. Cuando mi madre me castiga a estar encerrado en mi dormitorio o cuando tengo que venir al colegio y tengo que estar callado y quieto, haciendo copiados o fichas, me pongo furioso y me entra una cosa por dentro.

La experiencia --Pereda-- no consiste en el número de cosas que se han vivido, sino en el número de cosas que se han reflexionado. Hoy, comenzando el curso, invito a profesores y padres, una vez más, a observar la práctica educativa en el día a día, en el ser humano, uno a uno, y a reflexionar sobre ella, ya que tan dados somos a seriar y clasificar alumnos dejándolos reducidos a números sin tener en cuenta su identidad única.

En mi obra 'Bolitas de Anís' recogí numerosas anécdotas protagonizadas por niños y niñas que me llevaron a reflexionar y sacar trascendentes conclusiones de cara a mejorar mis métodos, actitudes y, sobre todo, conocimiento de la gran capacidad intuitiva y lógica de los niños.

Efectivamente, el niño de la anécdota de hoy llevaba razón. Los niños son alegría, libertad, juego, magia. No obstante, y cada vez a edades más tempranas, exigimos de ellos comportamientos que no les pertenecen, y que cansan y aburren porque se alejan totalmente y nada tienen que ver con su unicidad, con sus intereses, con su capacidad.

Oigamos, y reflexionemos por qué un niño no quiere ir al colegio, no quiere copiar, no quiere pasar horas sentado, callado. ¿No seremos responsables de que se sientan tan furiosos como animales salvajes?





domingo, 23 de septiembre de 2012

La gota viajera

Queridos compañeors y compañeras: Un cuento de otoño que podéis escenificar. En mi obra Teatrillos, editada por Narcea, lopodéis encontrar guionizado. Feliz curso y feliz otoño.



Una gota de agua vivía feliz y muy divertida en la barriga de su mamá nube. Allí, calentita, se pasaba la vida jugando y viajando por el cielo dentro de la barriga de su mamá. Veía las montañas, los mares, los ríos y los campos.
Un día, su mamá nube le habló y le dijo:
-Ya va siendo hora de que viajes a la tierra. Allí hay muchas cosas que hacer.
-¡Si soy muy pequeña, mamá! -dijo la gota-. ¡Si todavía no he cumplido los diez años!
-Es verdad que todavía tienes que hacerte ¡mucho más mayor!, pero ya puedes aprender algunas cosas porque aquí, dentro de mí, no sirves nada más que para jugar.
-Pero yo no quiero irme -lloraba la gota-. No quiero dejarte todavía. Además, ¡en la tierra las cosas son muy grandes! ¿Que puedo hacer yo tan pequeña?
-En la tierra hay también cosas muy pequeñas -le explico su mamá nube-, y a lo mejor sólo esperan para vivir una gota de agua como tú.
-¿Y si me caigo? ¿Y si me pierdo? ¿Y si me lleva el viento? -repetía la pequeña gota de agua.
-¡Venga! ¡No seas tan miedica! -dijo la mamá nube-. No te va a suceder nada. Vas a hacer un corto viaje a la tierra y luego volverás otra vez a mí. Así irás aprendiendo.
La gota de agua guardó silencio porque comprendió que su mamá nube llevaba razón.
Por eso, preparó su macuto, cogió una regadera y se dispuso a ser una gota viajera.
Era una mañana de otoño. Los pájaros cantaban, ¡pío, pío, pío...! y el campo tenía un color tostado   como si fuera una alfombra de terciopelo.
-¡Allá voy! -exclamó la gota, despidiéndose de su mamá nube y tirándose con un paracaídas.
Por entre las hierbas, crecía una pequeña manzanilla de hojas blancas y corazón amarillo que, con la cabeza agachada, parecía llorar.
La gota de agua, cuando iba llegando a la tierra, se dio cuenta de que la manzanilla estaba llorando.
¿Qué le pasará? -pensó-. ¿Por qué estará tan triste? Caeré sobre ella y veré si puedo ayudarle en algo.
Y, dejándose llevar de un pequeño soplo de viento, se posó, justo, encima de la manzanilla.
-¿Qué te pasa, manzanilla? ¿Por qué estás con la cabeza agachada? ¿Estás llorando? ¿Estás enferma?
-¡Sí, sí..! -exclamó la manzanilla-. Estoy llorando porque me voy a morir de sed. Tengo mucha, pero ¡qué mucha sed! Y mi raíz es tan pequeña que, con una sola gota de agua, podría seguir viviendo.
-¡Yo soy una gota de agua! ¿No me ves? Levanta la cabeza y mírame -dijo la gota de agua-. Ahora mismo voy a salvarte.
-¿Tú puedes salvarme? ¿Tú puedes quitarme la sed? -preguntó la manzanilla, levantando, al fin, su cabeza de flor.
-¡Ahora verás! Mi mamá nube me ha mandado a la tierra para que vaya aprendiendo a hacer cosas buenas. Así que... ¡Allá voy!
Y dicho esto, la gota de agua, con su regadera, se sumergió en la tierra hasta llegar a la pequeña raíz de la manzanilla.
En un minuto la manzanilla notó que la vida volvía a su marchito corazón. Se notaba fresca y la sed le había desaparecido.
-¡Ay, qué bien me siento! -exclamó estirando sus pequeños pétalos con todas sus fuerzas-. ¡Si parezco otra!
Y, cuando la gota de agua apareció de nuevo, la manzanilla le dijo:
-Gracias, gota. ¡Muchas, pero que muchas gracias! Me has salvado la vida y te estoy muy agradecida.
A las pocas horas, cuando el sol comenzó a calentar, la gota oyó la voz de su mamá nube que la llamaba:
-¡Ya puedes subir! -le decía-. No debes quedarte en la tierra para siempre. Las gotas de agua tienen que estar vigilando para ayudar a todos los seres vivos de la tierra.
Y la gota, muy contenta, cogió su macuto, su regadera y su paracaídas y... subió y subió, hasta llegar, de nuevo, a la barriga de su mamá nube.
Una vez allí, exclamó:
-¡Qué cansada estoy!, pero muy contenta: ¡He salvado a una florecilla que tenía mucha sed!
Y se durmió, y soñó que era una gota viajera que, de un lado para otro, iba regando las hierbas, las flores...
Y también, junto con otras gotas, hacían charcos en las calles, y arroyos que corrían en busca del mar.
Entre tanto, su mamá  nube le cantaba:
Mi gota viajera

se quiere casar

con el Niño chiquito

que hay en el altar.

A la gota viajera

le voy a regalar

un traje de novia

un ramo de azahar.











martes, 11 de septiembre de 2012

Qué precisa un alumno/a

EDUCACIÓN/ DIARIO CÓRDOBA
127972012
ISABEL AGÜERA
Queridos lectores, maestros/as  de este blog: De corazón os deseo un feliz curso que puede serlo, si sabeis mirar a los ojos de cada posible alumno/a. Que no os falte la ilusión de cada día porque sin ella solo transmitiréis apatía y desprecio por lo más preciado que, en cualquier circunstancia, en cualquier tiempo, podemos dar: alegría y afán por aprender. Creatividad, cultura y reflexión son ingredientes que pueden salvar a este mundo tan cargados de puntos negros por donde se nos escapa la oportunidad de vivir el nuevo día que es hoy.
Con cariño os dedico este primer artículo del curso. Espero que lo entendáis en la justa dirección que he querido darle.



Un nuevo curso que debe estar, ¡cómo no!, abierto a la ilusión y esperanza. También yo, desde el aula de mi ordenador, quiero colaborar a que así sea, sencillamente, dejándome llevar siempre, ante todo, por mi amor al magisterio y a los niños.
De ahí, que este año quiero que ellos sean los protagonistas que brillen en esta humilde columna. Decía mi padre, y lo he podido corroborar en otros tiempos, que todo lo que precisa un alumno para aprender cabe en la palma de una mano.
Efectivamente, hubo un tiempo en el que los alumnos, al menos los de la escuela pública, asistían a clase cuando podían y con las manos en los bolsillos, si los tenían. Ni mucho menos quiero decir que esta situación sea deseable ni reivindicable. Atrás quedaron aquellas grandes penurias y habíamos, al fin, aterrizado, en tierra abonada donde era posible crecer y aprender con medios que favorecían y estimulaban tanto a profesores como alumnos.
No obstante, desde mi punto de vista, nos habíamos excedido en medios complementarios como es el tema del material escolar. Grandes listas que pasaban por las más variopintas obligaciones para los alumnos y que los padres aceptaban sin dejar de expresar su malestar por el gasto añadido que a otras muchas necesidades sumaba.
En definitiva, la vuelta al cole suponía un golpe a la economía casera. Muchas veces he repetido, porque así lo creo, que donde hay un maestro y un alumno, hay una escuela. Todo lo demás puede resultar miel sobre hojuelas, pero lo fundamental y necesario no consiste en tener más o menos cuadernillos, cajas, rotuladores, etc. sino en entender que los niños son como vasijas que esperan llenarse con el grifo de nuestra enseñanza, educación y, sobre todo, con el agua fresca y limpia de nuestra verdadera vocación, capaz de sacar de la nada, si es preciso, competencias y alegría.
No los dejemos escapar con las manos vacías.





martes, 21 de agosto de 2012

Experiencias en vacaciones (tres)

EXPERIENCIA PRIMERA


1º ESCENIFICAR PERSONAJES
A pesar de los muchos artilugios que los niños/as manejan en estos tiempos, basta una propuesta en la que participen padres, maestros o abuelos/as para que, como en otras ocasiones he repetido,  prime cualquier actividad por "rancia" que pueda parecer.
El hacer teatrillos es algo que a los niños/as de todos los tiempos nos ha gustado e incluso hemos inventado absurdos guiones con aquellos legendarios personajes como  el cura, la señora, la "criada", etc. También eran objeto de  escenificaciones los romances, canciocincillas, etc.
De ahí que hoy le dedique especial atención a este recurso didáctico que tantos beneficios reporta a los niños/as.

En verano, sobre todo y, cuando estoy rodeada de mis nietos y sus amigos, en el paseo, en la playa, etc. les propongo lo siguiente:

1'. Que digan  qué personaje conocido les gustaría ser.
2º Que traten, individualmente, de imitarlo,  bien con palabras, gestos, movimientos, etc.
3º Que, con los personajes elegidos como protagonistas, traten de pensar o escribir un sencillo guión para representar.

Os aseguro, queridos compañeros, que es algo sumamente divertido y pedagógico.

SOY VENTRILOCUA

2º ESCENIFICAMOS UN CUENTO
 El cuento puede ser inventado o, en cualquier caso, proporcionarles narraciones breves que pueden, bien memorizar, bien leer.
En el siguiente ejemplo, mis nietos no solo  memorizaron, sino que añadieron palabras que se ocurrían al margen del guión.

EL PATITO COJO
PERSONAJES: PATITO COJO, MAMÁ, MÉDICO, PATITOS.

(Deben intervenir todos, aunque  la interpretación de personajes se haga entre varios a una)
NARRADOR:
Un día nació un patito que sólo una pata tenía. Con muletas andaba y nadar no podía.
Pero era feliz  y con las flores se divertía. Tenía muchos amigos y contento repetía:

PATITO: (Con muletas y muy contento pasea entre flores y canturrea.)

Tengo una pata, pata patera 
 con ella camino por la pradera.
Tengo muletas, muletas muleteras 
 y son divertidas las muy puñeteras.
Ellos añadieron:
                                   Tengo muletas, muletas muleteras
                                    con ella subo y baja escaleras
                                    corro a saltitos a casa de mi abuela
y me como las natillas de limón y canela

NARRADOR:
Su mamá lloraba mucho y exclamaba:  

MAMÁ: (Llorando y limpiándose los ojos con un pañuelo.)

    ¡Qué pena de mi hijo que no es como los demás! 
¡Que sólo tiene una pata y mal puede caminar!

Ellos ñadieron:
                         No llores, mamá
                        -el patito repetía-
                        que   solo tus lágrimas
                         me quitan la alegría.

NARRADOR:
Pero un día llegó un médico y sin pensarlo lo operó. Le puso la pata que le faltaba y ya tenía las dos.

MÉDICO: (Con los instrumentos en las manos y con optimismo) ¡Ea! Las penas se van a terminar, porque una pata de palo le voy a poner al chaval.

NARRADOR
Y muy contento se fue corriendo al agua a nadar, a jugar…Y la mamá, muy feliz, ya no lloró más.

PATITOS
(Todos a coro)
¡Bienvenido al lago, hermano patito!
¿Nos dejas tus muletas un ratito?
Queremos con ellas jugar,
queremos con ellas correr,
¡a la una, a las dos y a las tres!


(Todos juegan a la pata coja)

Se puede iniciar una charla con los pequeños en línea con el tema de los discapacitados.

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EXPERIENCIA SEGUNDA
FOTOGRAFIAMOS SOMBRAS


SOMBRA DE PALMERAS

Eso es. ¿Quién no tiene una cámara de fotos digital? Yo creo que todos y no solo mayores sino también muchos pequeños.
Una buena idea es salir a pasear con ellos y buscar sombras para fotografiarlas. Por ejemplo,la sombra de un coche, de un perro, de un árbol, de una palmera, etc.
Después, una vez descargadas, sacar fotocopias y repatírselas para que cada uno añada lo que quiera o la coloree como mejor guste.

Por otra parte como hasta los de ocho  o nueve años manejan ya ordenadores, se les puede iniciar en dibujo digital y, como en la fotografía  de las palmeras, aplicarles otros efectos.