sábado, 20 de octubre de 2012

San Rafael. Monumentos

Muchas veces he sido tutora de alumnos/as que, llegado a determinado nivel, abandonaban las aulas. Casi obligatoriamente me veía convertida en promotora, cuerpo y alma, de un viaje de fin de estudios que, promoción tras promoción, resultaba polémico: ¿Dónde ir?

Mis propuestas siempre conllevaban una intencionalidad cultural, simultaneada, como era normal, con diversión, ocio, etc. Pero los alumnos, intuyendo, o más bien desechando sin reparos todo tipo de programas culturales, se manifestaban en la línea de que les aburría visitar museos y monumentos. Era evidente: preferían la playa, la discoteca, el trasnochar, el sentirse libres de todo aquello que pudiera recordarle libros y aulas.

Y, desgraciadamente, aquella historia se sigue repitiendo: “No queremos ver “paredes” -oí decir a una alumna hace poco-. Efectivamente, los adultos no hemos sido educados para valorar las maravillas que pueden ser unas “piedras”, cuando en ellas puede leerse la fe, las costumbres, los valores, el arte, el alma, la historia de otros pueblos, de otras gentes. De ahí que no podamos transmitir entusiasmo, curiosidad, motivación ni tan siquiera por aquellos monumentos que son patrimonio de nuestras propias ciudades, que son huellas vivas del pasado y que están ahí, al paso diario de nuestro cotidiano vivir, ignorados, anónimos y, en muchos casos, medio derruidos.

Me estoy refiriendo, en este caso, a los  Triunfos, monumentos eminentemente cordobeses, dedicados al Arcángel San Rafael cuya onomástica, un año más, celebramos. Es obvio que esta falta de interés y desconocimiento es claro exponente de incultura.

Pero, desde mi punto de vista, injustificable para cualquier maestro o padre el que sus alumnos, hijos no conozcan en Córdoba, en sus respectivas ciudades, al menos, los monumentos, las estatuas y en el caso de nuestra fiesta, los monumentos denominados TRIUNFOS que son tan abundantes y visibles que casi habría que cerrar los ojos para no verlos. Sinceramente creo que el arte debería ser asignatura obligatoria porque en esa dimensión nos crecemos y ennoblecemos. De ahí que…

Si en la cima de la más alta montaña, o en la más feroz corriente de una cascada, puedo descubrir la huella del hombre,
debería exclamar:
¡Aquí, aquí habría que levantar un monumento!


Por eso, creyentes o no, cordobeses o venezolanos, pongo por caso,  eduquemos en el amor  al arte, manifiesto en estatuas, monmentos, etc. de nuestros pueblos y ciudades.
Para los cordobeses, unas viñetas que  pueden ilustar los alumnos7as con textos y coloreado. Son trabajo de un alumno.


 

 

 



De cara a fomenatr la creatividad, se les pueden sygerir numerosas actividades: Por ejemplo, las siguientes.

a) Con estas u otras viñetas, hacer un cómic. Ejemplo:




b) Diseñad monumentos. Por ejemplo:



c) Se puede escenificar. Si hay alguien interesado en el sencillo guión, se lo puedo facilitar.

Para no extenderme, lo dejo aquí pero  pueden hacer poesías, inventar nuevas historias, etc. etc.
                                                      

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