miércoles, 2 de diciembre de 2015

Abramos nuevos horizontes

 ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ACI hecho pero ninguna comparable con la realidad. Os dejo una, pero vamos de nuevo, hoy, al peri¡Vaya amanecer que hemos tenido en Córdoba! Helada en mi terraza no sé cuántas fotos he hecho pero ninguna comparable con la realidad. Os dejo una, pero vamos de nuevo, hoy, al periódico.


DIARIOCÓRDOBA/EDUCACIÓN  
 02/12/2015
Nadie duda de que vivimos tiempos de cambios pero la educación siempre seguirá jugando un papel decisivo y trascendente, ya que cada docente, en su quehacer diario, tiene en sus manos el edificio del futuro. Pero el docente de hoy, más que nunca, debe reciclarse de cara a conocer mejor, no sólo las muchas posibilidades de la técnica, sino sobre todo a conocer mejor a los alumnos a los que siempre hemos valorado y evaluado en una sola dirección: la de su inteligencia en el sentido más general e impreciso del término. 
H. Gardner define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas. La importancia de esta definición amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que todos sabíamos intuitivamente. Y es que la brillantez académica en determinadas materias no lo es todo.
A la hora de desenvolvernos en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz por ejemplo, de hablar en público. Por el contrario, hay gente menos brillante en los estudios que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, o en cualquier área requiere ser inteligente, pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia que no es mejor ni peor que otra, sino distinto.
También es importante la definición de inteligencia como capacidad. No, no se trata de algo inamovible e innato, sino más bien de una destreza que como tal puede desarrollarse, aunque influya el componente genético.
El futuro, pues, no es unidireccional, ni de una sola planta sino múltiple porque así son las inteligencias y el conocerlas, potenciarlas, incentivarlas es la primordial responsabilidad del docente. Pongamos fin al concepto ancestral de inteligencia y abramos nuevos horizontes de cara a  conocer y valorar de forma individual a todos y cada uno de nuestros alumnos, a todas y cada una de las personas para que la luz entre en plenitud y veamos la grandeza del ser humano.




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