martes, 14 de junio de 2011

Parece que fue ayer

MENSAJES / DIARIO CÓRDOBA

ISABEL AGÜERA (15/06/2011)


A mi nieto Gonzalo:
Parece que fue ayer, mi querido Gonzalo, cuando, recién nacido, llenabas, no obstante, con tu cuerpo diminuto, el gran vacío que había quedado en mi cama. Tus primeros sonidos, tus primeras sonrisas, tus primeros movimientos, todo era objeto de mis ilusionadas grabaciones y fotografías.

Parece que fue ayer, cuando de la mano, cantando y riendo, te llevaba a la guardería primero, y al colegio, después. Parece que fue ayer cuando, con tu cartera cargamento de libros sobre tu espalda, te ví entrar un primer día al instituto. Todo ha pasado en un tris en el que tú no solo has crecido en años y estudios, sino, sobre todo, te has convertido en un adolescente responsable, estudioso, sensible, cariñoso. Valores que, como no podía ser de otra manera, te han transmitido tus padres en especial y la familia en general.

¡Y cómo te gusta sentirte rodeado de todos! Eres feliz, cuando se organiza la velada en casa y cuando en compañía de amigos, tan buena gente como tú, te sientes libre para tantas y pequeñas cosas como proyectas.

Sí, parece que fue ayer pero los años han pasado y hoy te veo a la puerta de la Universidad con inmensa carga, mezcla de dudas e ilusiones: ¿Qué estudio? Preguntas una y otra vez, al tiempo que tus ojos se iluminan en un mar de sueños. No sé, al fin, cuál será tu elección definitiva, pero quiero decirte que no te dejes arrastrar por el desaliento reinante en una sociedad que parece metida en un túnel sin boca de salida.

¡Claro que hay luz! Sucede que con lamentaciones y brazos cruzados el eclipse se eterniza.
Tú camina sin tregua pero sin prisas, haciendo oídos sordos a las sirenas que, con cánticos de negro pesimismo, quieran robarte tus sueños. Serás, de ello estoy segura, brillante y honesto estés donde estés.

¡Ah! ¡Y qué guapo estabas con tu traje de hombre! ¡Pues sí, lloré!

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