sábado, 5 de octubre de 2013

Emocionante vivencia





Querido compañero/a: Puede que ya conozcas esta vivencia que un día pasó por mis manos. No obstante, creo que vale la pena recordarla en este Día dedicado a la docencia



Una pequeña, que por tercera vez repetía nivel, me fue presentada, al hacerme cargo de un grupo de alumnas entre las que estaba ella.
-Aquí tienes a la señorita Inés que no tiene un pelo de tonta, pero que no lee ni escribe porque no le da la real gana y es la tercera vez que repite primero.
A solas con ella, le pregunté:
-¿Es verdad lo que ha dicho la profesora?
- Sí, pero es que ella, mi madre y mi padre me pegan pellizcos para que lea y escriba...
Conmovida, al observar sus brazos acardenalados, me saqué del bolso una bolita de anís y se la di.
La pequeña, paladeando la bolita, se quedó mirando una cartilla que había sobre mi mesa y comenzó a silabear, señalando con el dedo:
-ma-ma-mi-me-ma...
Saqué, entonces, mi libreta de notas y escribí:

Desde hoy, jamás me faltarán bolitas de anís en mi bolso. Hay tantos niños/as, tantos seres humanos acardenalados...

Y este ramo de rosas para mis queridos maestros y maestras.



Preciosas rosas de otoño para mis queridos maestros y maestras.




2 comentarios:

  1. Que contenta se pondría la niña al ver que había personas interesadas por ayudarla. Un abrazo

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  2. Sí, no hay para mí paisaje más maravilloso que la sonrisa de un niño. Besos

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