lunes, 28 de abril de 2014

Los alumnos/as también son maestros


 De mi obra, Recetas Pedagógicas


     Mi querido Sergio, ¡cuánto te quise y cuánto te recuerdo! Te fuiste muy pronto. 
Espérame allí pata que sigamos aprendiendo y creando
        (Sergio es el alumno que está justo detrás y en medio)

Un año, me llegó una pequeña que por tercera vez repetía curso.
-No me gusta la escuela -dijo-.Yo lo que quiero es ser peluquera, pero como mi madre no quiere que la peine...
-¿Me quieres peinar a mí? -le pregunté.
-¿Tú sí quieres? ¿Y si te doy tirones? ¿Y si no sé?
Desde aquel día, cada tarde, cuando los demás alumnos/as salían de clase, yo me prestaba a ser objeto de su mayor ilusión; peinar. Y sus manitas suaves se deslizaban por mis cabellos en una increíble ternura, mientras, por primera vez deletreaba palabras de la cartilla.
Y sucedió que, en poco tiempo, aprendió a leer y que todos, niños y niñas, comenzaron a tener vocación de peluqueros y peluqueras.
                  ......................................................................................... 
Siempre me ha gustado ir a la escuela bien arreglada. Es más que, cuando he tenido algo nuevo, mi estreno ha sido en la escuela, porque, ¿quién me iba a mirar y hasta observar con más detenimiento que mis alumnos/as? Jamás, fui, pues, maestra de bata blanca, con respeto, por supuesto, a quienes la usen.
Un día, me compré unos zapatos plateados. Aquella mañana llevaba bien preparada mi lección de Matemáticas que versaba sobre decimales. En la pizarra, me esforzaba por hacerle comprender con ejemplos, con toda clase de estrategias el tema que siempre resulta complicado para los alumnos, pero percibía que nadie me atendía, que los alumnos/as estaban como distraídos. Solté la tiza y pregunté: ¿Se puede saber qué os pasa que no miráis con atención a la pizarra? Casi a una contestaron: ¡Qué zapatos más bonitos trae esta mañana!
En ese momento cambié mi lección: ¿Queréis saber cuánto me han costado? ¿Queréis que estudiemos materiales de zapatos, etc.? En definitiva, mis zapatos llegaron más lejos que todas mis lecciones porque no se trataba de "mi tema" sino de sus intereses y por ellos llegué a dónde me proponía.

Y me dije: tras tanto esfuerzo, lo único que he enseñado, que me ha servido han sido mis zapatos. Luego tendré que cambiar de estrategias y hacer que los “decimales” brillen tanto e interesen tanto como mis zapatos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario