miércoles, 27 de diciembre de 2017

LA CURIOSIDAD EN LOS NIÑOS

      DISRIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN       
¿Qué es la curiosidad? Para este tema me he servido de opiniones cualificadas. Yamila Yamín dice: Es el hambre del alma, lo que permite vivir enriquecido o empobrecido. Es el hambre del conocimiento y de la experiencia, del amor y la belleza, y del odio y de la fealdad.
Adolfo Martínez, gran investigador mexicano opinó al respecto: La base inicial de la actividad científica es la curiosidad y no hay etapa en la vida del ser humano en que sea más curioso que durante su infancia. No hay más que observar a los niños y ver el grado de actividad motriz que depende fundamentalmente de la curiosidad, la cual a medida que pasan los años, se va reduciendo. 
La curiosidad en los niños –J. Locke-  es un apetito del conocimiento y debería ser alimentado no sólo como un buen signo, sino como el gran instrumento que la naturaleza nos ha dado para eliminar la ignorancia en la que nacemos y sin la cual seríamos criaturas inútiles.
La doctora Doris Gozález en su libro “Hablemos de Niños” aconseja tener paciencia cuando en los niños surge la curiosidad con los característicos ¿por qué? Interrogante que puede ser repetida una y otra vez, más que para obtener una respuesta, para seguir hablando con nosotros.
Efectivamente, es mucho más importante para un pequeño el sentirse escuchado que el recibir magistrales lecciones de conocimientos. Los padres no deben ignorar que es de suma importancia escuchar a los niños cuando preguntan porque será la mejor manera de enseñarlos a razonar y avanzar  en ese imparable camino de investigar en el mundo que les rodea.
Lo principal que los padres deben proponerse es que aprendan del mundo a ser ellos mismos y no copias ni tan siquiera de papá o de mamá, y esto se logrará escuchándolos, respondiéndoles sus preguntas, poniéndoles límites cuando sea necesario, estando con ellos, estimulando la curiosidad para que logren conocer su personalidad. Si se pudiera hablar de una norma -Esther Mateo- ésa sería no reprimir en exceso y no sobreestimular la curiosidad en los niños.
Los niños de infantil y primaria  pueden ser los más afectados emocionalmente por noticias y  conflictos porque entienden suficiente como para preocuparse, pero no tienen la madurez para enfrentar por si solos la ansiedad que les genera.

Pongamos fin al tiempo de los silencios. Nuestros niños, hoy, no son los de ayer. Deben saber, deben conocer cómo es el mundo con sus gozos y sus sombras.


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