viernes, 2 de noviembre de 2018

Mensajes de tú y del yo

DIARIO CÓRDOBA / EDUCACIÓN
MENSAJES DEL TÚ Y DEL YO
Isabel Agüera
31/10/2018
Es muy frecuente que, al trata de corregir, calificar o evaluar personas, conflictos, usemos la técnica que denomina Thomas Gordon «mensajes del tú», con los cuales acusamos y provocamos en los alumnos o en nuestros hijos, una reacción defensiva que impide que podamos ser escuchados.
Por ejemplo, un maestro, un padre, ante la presencia de unas malas notas, exclama: ¡eres un desastre y así no vas a ninguna parte! No estudias, no te esfuerzas, etc.. Con estas expresiones le estamos diciendo al alumno o hijo, pues, eso: que no vale para nada. Y el destinatario de este mensaje, o contesta cualquier cosa a la defensiva o se queda indiferente pero con la autoestima por los suelos.
Este es pues, el resultado de mensajes del tú: "tú eres, tú no vales, tú no te esfuerzas, etc". Por el contrario, y en el mismo ejemplo de malas notas, un -mensaje del yo- sería decirle: ¡bueno, esto lo vas a superar!, porque eres capaz y con un poco de esfuerzo lo conseguirás, yo estoy seguro, yo lo sé, yo confío en ti, etc".
Para entender mejor esta teoría, desconocida, o poco tenida en cuenta, incluso por pedagogos y que no obstante debería ser practicada en cualquier ámbito de convivencia, paso a una anécdota al respecto. Me contaba una madre que su hijo mayor -15 años- se negaba a todo tipo de deportes y que, por más propuestas que le hacía y por más que le hablaba de los beneficios que le podía reportar, no quería ni oír hablar de ellos. Y añadía con toda naturalidad: ¡y con razón no le gusta! Cuando era todavía un niño, lo quitaron del equipo de fútbol del colegio. Decía el maestro que era muy malo jugando y, con él, y con otros, formó un equipo que le llamaba de los malos.
Bueno, pues, aquel maestro llevó a cabo, ¡y de qué manera! mensajes del tú: "tú no vales para el fútbol, tú eres malo para el deporte"… ¿Resultado? Aquellos mensajes del tú calaron tan hondeo en aquel niño que lo llevaron a considerarse inutili para toda clase de deportes y por consiguiente ni oír hablar de ellos, quería. 
Por el contrario, los mensajes del yo hubieran hecho de él un buen deportista: "yo sé que puedes ser un campeón, vamos a intentarlo, puedes superarte, etc".
¡Pobres niños en manos de maestros, padres que por su mala gestión o desconocimiento llevan al fracaso a buenos alumnos si se les animara y valorara con mensajes del yo!
Nada hay más valioso, para bien o para mal, que la consideración y las palabras de apoyo de un maestro o padre.
Trata de que un hijo o un alumno no tenga que bajar la cabeza por tus palabras, sino que, por el contrario, le sirvan para mirar al mundo de frente sin miedos, sin complejos...


1 comentario:

  1. Isabel que placer conocerte Estoy de acuerdo totalmente con vos Una maravilla tu texto y como lo has redactado . pero la vida es asi una agresión constante. Siempre la culpa de todo la tiene el otro Te dejo mi blog en caso que quieras visitarme
    un abrazo inmenso aun sin conocerte

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