miércoles, 3 de diciembre de 2014

Recetas pedagógicas

EL MAESTRO/A DEBE APLAUDIR TANTO AL PRIMERO COMO AL ÚLTIMO DE SUS ALUMNOS/AS

(De mi obra, Recetas pedagógicas)

Hay alumnos/as que  entre todos hemos convertido en disminuidos por el solo hecho de ser diferentes.

Si un alumno/a no puede subir al diez, no debemos forzarlo ni castigarlo con malas notas, sino bajar el diez hasta el alumno/a.

Ante el trabajo de un alumno/a, por mal que esté, el maestro/a debe sustituir el, está mal, por el, puedes hacerlo mejor.

Encontré a un pajarillo caído del nido. Me acerqué para enseñarle a volar, pero, izando sus pequeñas alas, se alejó de mí. Un sueño tuve aquella tarde: que mis alumnos/as, enarbolando sus propias alas volaran hacia horizontes de luz y libertad.

Antes, mucho antes de evaluar a los alumnos/as, el maestro/a debería evaluarse a sí mismo para saber, exactamente, qué nota debe primar.

Hagamos de nuestras escuelas lugares de convivencia, conocimiento, tolerancia y colaboración donde se aprenda a vivir en sociedad, soportando, conociendo, tolerando…


Son muchos los alumnos/as que llegan a nuestras aulas marcados por el signo del fracaso, alumnos/as que jamás fueron valorados, tenidos en cuenta, investigados en su corta, pero tal vez, compleja existencia.

Piensa y cree que tus alumnos/as son sabios y descubrirás que lo son.

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